El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pronunció este martes un discurso polémico y desafiante en la Asamblea General de la ONU, donde atacó a la organización y a la migración ilegal. El mandatario advirtió que los países europeos “se están yendo al infierno” por las políticas de fronteras abiertas, calificó el cambio climático como una “estafa” y responsabilizó al organismo internacional de la “invasión” migratoria, al tiempo que presumió que su gobierno ha reducido a “cero” la inmigración ilegal en la frontera con México.
Durante su intervención, que superó los 15 minutos establecidos, Trump también se refirió a la situación en Medio Oriente. Señaló que el reconocimiento de un Estado palestino sería una “recompensa” a los ataques del 7 de octubre de 2003 perpetrados por Hamás contra Israel, hechos que desencadenaron la actual guerra en Gaza. Asimismo, aseguró que ha logrado poner paz en siete conflictos sin la ayuda de la ONU, a la que acusó de no estar a la altura de su potencial.
El discurso incluyó fuertes mensajes hacia América Latina. Con respecto a Venezuela, lanzó una advertencia directa: “A todo matón terrorista que esté traficando drogas venenosas hacia los Estados Unidos de América: téngase por avisado, lo haremos saltar por los aires”. El mandatario defendió los recientes ataques de su país contra lanchas de presuntos narcotraficantes en el Caribe, que habrían dejado al menos 14 muertos. En respuesta, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió abrir un proceso penal contra Trump por estas acciones.
Trump también tuvo un cruce de palabras con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a quien criticó por la condena contra Jair Bolsonaro, pero con quien finalmente anunció que se reunirá “la semana que viene”. Lula había advertido previamente que “fuerzas antidemocráticas intentan subyugar instituciones en todo el mundo” y rechazó medidas unilaterales que afecten a su país. Trump, en contraste, insistió en que Brasil merece sanciones, aunque sorprendió al señalar que ambos se habían abrazado y acordado un encuentro cercano.
Finalmente, el mandatario republicano ironizó sobre fallos técnicos que sufrió al ingresar a la sede de la ONU, como la avería de las escaleras mecánicas y el teleprónter. Entre sus declaraciones más llamativas, desestimó las advertencias de Antonio Guterres, secretario general de la ONU, sobre los efectos de los recortes en ayuda al desarrollo y la urgencia de atender la crisis climática, asegurando que este fenómeno es “la mayor estafa de la historia”. No obstante, Trump aprovechó su presencia en Nueva York para sostener reuniones bilaterales con líderes como Volodímir Zelenski y Javier Milei, reafirmando su influencia en la agenda internacional.