Pablo Berger presenta en Cannes “Robot Dreams”, una “carta de amor” a Nueva York

AFP

El director español Pablo Berger presentó en el 76ª Festival de cine de Cannes una “carta de amor” a Nueva York, ciudad en la que vivió 10 años, con “Robot Dreams”, una película animada para grandes y pequeños.

En 2012 Berger (59 años) cosechó un gran éxito con una versión en blanco y negro y muda de “Blancanieves”, ambientada en una España de aire vetusto, con toreros y una Maribel Verdú en el papel de villana.

“Blancanieves” cosechó 10 premios Goya en España y un gran éxito internacional, pero Berger demostró luego que es un director heterogéneo, con “Abracadabra” (2017), en clave de humor.

Y ahora “Robot Dreams”, una película de dibujos animados que requirió cinco años de gestación y la colaboración de todo un equipo multinacional.

La película pone en escena a un perro, Dog, que para combatir la soledad en el Nueva York de los años 1980 se compra y monta un robot.

El día que el robot se queda tirado en una playa de Long Island deberá tomar una decisión.

“Robot Dreams” no cuenta con diálogos, pero sí con una eficaz banda sonora de los años 1980.

“Es sin dudas mi carta de amor a Nueva York”, explicó en entrevista este domingo con AFP, tras la presentación de la película.

Berger se ha labrado una reputación de iconoclasta en España desde su primer largometraje, lleno de humor negro, “Torremolinos 73”.

“Nunca planifico mi carrera, siempre ha sido un poco lo contrario de lo que se esperaba, y me ha ido bien en mis decisiones”, explica.

La decisión de rodar esta película surge de la lectura de una novela gráfica estadounidense, dibujada por Sara Varón.

“La animación no estaba en mis planes. Yo era un director de imagen real. Pero el cine es lo único que sé hacer”, y esa adaptación se convirtió en una obsesión, explica.

“Quería hacer una película adulta para los niños y para el público adulto quería hablar al niño que tienen dentro”, añade.

El final de “Robot Dreams” no es el que se espera de una conclusión feliz, al estilo Disney. Pero en absoluto es triste.

“Al acabar la película los padres y sus hijos van a poder tener un ‘cine fórum’, y hablar de lo que acaban de ver”, explica con una sonrisa.