AFP
Su historia es digna de Hollywood: descubierto de niño por Steven Spielberg, Ke Huy Quan terminó construyéndose una carrera fuera de la pantalla hasta que, casi cuatro décadas después, su gran regreso lo coronó este domingo con el Óscar al mejor actor de reparto.
Este estadounidense de origen vietnamita tenía 12 años cuando fue a un casting con su hermano, que competía por el papel de Tapón, el niño de “Indiana Jones y el Templo de la Perdición”. Pero fue Quan quien resultó elegido para acompañar a Harrison Ford en la exitosa secuela de 1984.
Al año siguiente, Quan volvió a destacarse en la pantalla grande con el clásico de aventuras de los años 1980 “Los Goonies”. Pero luego, incapaz de capitalizar su fama infantil, acabó trabajando detrás de cámaras como coordinador de dobles.
Ahora, a los 51 años, Quan cerró el círculo cuando se llevó la preciada estatuilla de la Academia por encarnar a Waymond Wang, el oprimido esposo de la dueña de una lavandería que se ve arrastrado a una infinidad de multiversos en “Todo en todas partes al mismo tiempo”.
“Mamá, acabó de ganar un Óscar”, dijo entre lágrimas Quan, quien recibió una ovación de pie en el Teatro Dolby en Hollywood.
El actor, que por este papel ya ganó el Globo de Oro, un BAFTA, un Critics Choice Award y un premio del Sindicato de Actores (SAG), era el favorito en la categoría, en la que también estaban nominados Brendan Gleeson y Barry Keoghan (por “The Banshees of Inisherin”), Brian Tyree Henry (“Causeway”) y Judd Hirsch (“Los Fabelman”).
Su triunfo es un parteaguas para los actores asiáticos que sienten que finalmente están más representados en la pantalla.
“Cuando me alejé de la actuación fue porque había muy pocas oportunidades”, dijo hace dos semanas en un emotivo discurso de aceptación en los premios SAG.
“El panorama se ve ahora muy diferente”, acotó.
De hecho, el elenco de “Todo en todas partes al mismo tiempo” es principalmente de ascendencia asiática: Michelle Yeoh y Stephanie Hsu protagonizan la película junto a Harry Shum Jr. y al veterano actor James Hong. En la cinta se habla inglés, cantonés y mandarín.
La película cuenta la historia de Evelyn (Yeoh) y Waymond (Quan), quienes, al borde del divorcio, se someten a una auditoría fiscal cuando se ven envueltos en una épica batalla multiverso para salvar a la humanidad de una poderosa villana, la cual también es su hija (Hsu).
Con planteo de temas de género, e incluso con Yeoh y Quan en escenas de lucha, la trama permite a los personajes revaluar sus vidas y decidir qué es importante.
El film, que ya recaudó más de 100 millones de dólares en el mundo, ganó el máximo honor de los SAG: el premio al mejor elenco.
– De nuevo frente a la cámara –
Nacido en Vietnam de padres de ascendencia china, Quan llegó a Estados Unidos a fines de la década de 1970, tras huir de su país natal.
La fama llegó rápidamente con las primeras películas, que le permitieron trabajar con Spielberg, uno de los popes de la industria.
“Él es la razón por la que me enamoré de la actuación”, escribió Quan en Instagram después de que se reencontraron en los Globos de Oro.
Sin embargo, en la adolescencia hizo algunso papeles en televisión y su carrera como actor se estancó.
Se graduó de la escuela de cine de la Universidad del Sur de California y, finalmente, trabajó como coordinador de dobles, especialmente coreografiando escenas de lucha para la película original de “X-Men”.
Quan dijo que su amor por la actuación se reavivó con “Locamente millonarios”, un film que vio tres veces en el cine y las tres veces lo hizo llorar porque, según confesó a CBS News, “quería estar allí con ellos”.
Se presentó a una audición para “Todo en todas partes al mismo tiempo” y recién se enteró de que había ganado el papel dos meses después.
“Esa llamada telefónica fue una de las más felices que he recibido”, le dijo a CBS.
Sigue unido a amigos de la infancia: el coprotagonista de “Los Goonies”, Jeff Cohen (Chunk), es ahora abogado del mundo del entretenimiento y fue quien negoció el contrato de Quan para “Todo en todas partes…”
“Cada rechazo, cada decepción, te ha llevado hasta este momento. No dejes que nada te distraiga”, le dice el personaje de Quan, Waymond, a Evelyn en la película, un perfecto ejemplo de que la vida inspira al arte.