El diseñador ruso Slava Zaitsev, apodado el “Dior rojo”, murió a los 85 años

AFP

El célebre diseñador de moda ruso Viacheslav “Slava” Zaitsev, apodado por la prensa occidental el “Dior rojo” y el “zar de la moda soviética”, falleció el domingo a los 85 años tras una larga enfermedad, informó su casa de moda a la AFP.

El modisto, que creó más de un millar de modelos durante su carrera, se dio a conocer por el estampado de sus vestidos, similar al de los coloridos chales tradicionales de su país.

“Puedo vestir a todo un desfile en la plaza Roja con mis vestidos”, había dicho Zaitsev a la AFP en 2017, durante una entrevista.

A principios de marzo, cuando el diseñador “reunió a sus amigos por su cumpleaños, ya se le veía muy muy débil”, precisó a la AFP la portavoz de su casa de moda en Moscú, Kira Burenina, quien confirmó la información de la muerte difundida por los medios rusos.

“El diseñador Viacheslav Zaitsev falleció. Este año, festejó sus 85 años”, informó la cadena pública rusa Pervy Kanal, rindiendo homenaje a quien “dictó la moda soviética y rusa durante décadas, un innovador que no temió a los experimentos audaces”.

“Es una gran pérdida para el mundo de la moda mundial”, declaró el estilista ruso Serguei Zverev, citado por la agencia pública Ria Novisti al lamentar la muerte de una “leyenda”.

Según sus colegas de la Academia rusa de Bellas Artes, de la que era miembro, el diseñador, que se dio a conocer como “Slava” (diminutivo de su nombre, Viacheslav), falleció tras una larga enfermedad.

– “Zar de la moda” –

En 1963, la revista francesa Paris Match lo apodó el “Christian Dior” soviético.

Un cuarto de siglo después, en 1988, la revista Vogue se refirió a él como el “zar de la moda soviética”.

Nacido el 2 de marzo de 1938 en Ivanovo, una ciudad de 400,000 habitantes al noreste de Moscú, Zaitsev se crió en el seno de una familia modesta. Su madre era ama de casa.

Estudio en un liceo técnico especializado en química y luego entró en el Instituto Textil de Moscú, que se encargaba de formar a los técnicos de las fábricas de tejidos.

Las universidades más prestigiosas de la capital le cerraron sus puertas porque a su padre, capturado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen estalinista al final del conflicto lo consideró como un traidor y lo condenó a diez años en un campo de trabajos forzados.

“Cuando era niño, mi madre me enseñó a bordar para que no anduviera por las calles sin rumbo. Por la noche, con unas amigas, recogíamos flores en la avenida Lenin para dibujarlas y reproducir esos dibujos en los bordados. Así fue como me inicié en el arte”, contó el diseñador a la AFP.

En 1962, las autoridades soviéticas prohibieron su primera colección de ropa de trabajo para las obreras, compuesta de faldas inspiradas en los estampados florales de los chales tradicionales rusos y botas afelpadas de muchos colores.

Lo hicieron por el uso de colores “demasiado vivos” que contrastaban con “el día a día gris soviético, donde nadie debía distinguirse del resto”, según Zaitsev.

Aún así, la colección llamó la atención de los medios occidentales. En 1963, Paris Match se convirtió en la primera revista occidental en presentar a Zaitsev como un pionero de la moda soviética.

Vigilado por la KGB por sus contactos con diseñadores occidentales y su carácter extravagante, Zaitsev no estaba autorizado a salir del país, por lo que sus primeras colecciones viajaron al extranjero sin él.

Entre 2007 y 2009, el diseñador presentó un popular programa de televisión, “El veredicto de la moda”, en el que un grupo de estilistas vestía a la última moda a las amas de casa.

Para él, la verdadera felicidad era “trabajar cada día con la gente”, creando modelos para los clientes y no para las pasarelas, aseguró el diseñador a la AFP en 2017.