AFP
Centenares de personas asistieron este miércoles a los funerales del rey de la etnia zulú, ataviados con los trajes tradicionales de los guerreros.
Los restos del octavo monarca zulú, Goodwill Zwelithini, fallecido el pasado viernes a los 72 años –tras 50 años de reinado–, fueron “plantados” en la tierra en una ceremonia privada en Nongoma, (sureste) a la que sólo asistieron hombres, según el rito zulú.
El jueves se le rendirá un homenaje nacional.
Los fieles del rey se reunieron en esta pequeña ciudad de la provincia de Kwazulu, saltando, cantando y silbando al paso de la procesión, según imágenes difundidas por la televisión.
Decenas de mujeres zulúes adornadas con collares y en toples, escoltaron a los “amaButho” (guerreros) en el camino.
“Nos sentimos totalmente desnudos, como si alguien nos hubiera desvestido, como si nos hubieran quitado la manta que nos cubría”, explicó el alcalde de la ciudad, Albert Mncwango.
El cuerpo del rey fue trasladado al palacio real de KwaKhethomthandayo, una de las siete casas del gobernante.
Desde el amanecer comenzaron a llegar personas que querían presentar sus últimos respetos, a pesar de los llamamientos de la familia real de no ir por causa de la pandemia de coronavirus.
El nombre del sucesor de Goodwill Zwelithini se mantiene en secreto.
Sus últimas voluntades se leerán después del funeral. El monarca tuvo seis esposas y unos 30 descendientes.
Sin poder político, el rey de los zulúes ejerce una influencia moral sobre más de once millones de personas de la etnia más numerosa en Sudáfrica. Es el más influyente de los jefes tradicionales reconocidos por la Constitución.