AFP
Los fósiles de un dinosaurio carnívoro de hace 125 millones de años, de diez metros de largo y con cabeza de cocodrilo, probablemente el mayor depredador que haya vivido en Europa, fueron descubiertos en la isla británica de Wight, según un estudio publicado este jueves.
La paleontología debe este precioso hallazgo a un coleccionista local, el británico Nick Chase, que se pasó la vida buscando en las playas de esta isla del sur de Inglaterra, uno de los lugares más ricos de Europa en fósiles de dinosaurios.
A partir de los pocos huesos que desenterró (sobre todo vértebras cervicales, caudales y sacras), los investigadores de la Universidad de Southampton pudieron identificar al animal, un espinosaurio bípedo, un superdepredador que vivió en el Cretácico inferior (hace entre 145 y 100 millones de años).
“Era un animal gigantesco, de más de 10 metros de longitud. A la vista de algunas de sus dimensiones, probablemente representa el mayor depredador jamás descubierto en Europa”, según Chris Barker, investigador de paleontología que dirigió el estudio publicado en la revista Peer J.
Aunque hasta ahora se han desenterrado pocos huesos del individuo, “los números no mienten: es más grande que el mayor espécimen jamás encontrado en Europa”, dijo a la AFP.
Este poderoso carnívoro parece ser “incluso más grande” que otro dinosaurio depredador descubierto en Portugal en 2017, confirmó Thomas Richard Holtz, paleontólogo de la universidad estadounidense de Maryland que no participó en el estudio.
– “Como las garzas” –
Sin embargo comparar tamaños sigue siendo difícil dentro de este mundo extinto, recuerda Matt Lamanna, especialista en dinosaurios del Museo Carnegie de Historia Natural (Pensilvania, Estados Unidos).
Y el mayor de los espinosáuridos “probablemente no era tan masivo” como el famoso Tyrannosaurus rex o el Giganotosaurus.
El “espionosaurio de White Rock” (llamado así por el lugar donde se encontraron sus huesos) es el nombre que los científicos esperan dar a una nueva especie, que vagaba por la zona hace unos 125 millones de años.
Se cree que es el espécimen más joven de la familia de los espinosaurios encontrados en Gran Bretaña, entre ellos el Baryonyx, uno de los protagonistas de la serie de películas “Parque Jurásico”.
Esta familia es reconocible por su cabeza alargada, como la de un cocodrilo, en contraposición a los cráneos cuadrados de un T-rex. Algunas teorías relacionan esta morfología con su forma de cazar, tanto en tierra como en el agua.
“Eran un poco como las cigüeñas y las garzas, chapoteando y capturando peces en la superficie”, dice Chris Barker.
Los fósiles se descubrieron en la costa suroeste de la isla, en una formación geológica de tipo laguna que reveló un estrato histórico desconocido hasta entonces. “Nos ayuda a representarnos las condiciones de vida de estos animales en aquella época”, añade el investigador.
En esta isla, el equipo de investigadores ya descubrió dos nuevas especies de espinosaurios, entre ellas el Ceratosuchops inferodios, apodado la “garza del infierno”.
El descubrimiento del superdepredador “refuerza nuestros argumentos de que esta familia de dinosaurios se originó en Europa occidental y se diversificó allí, antes de extenderse por otros lugares” del planeta, añadió Darren Naish, coautor del estudio.
“La mayoría de estos extraordinarios fósiles fueron encontrados por Nick Chase, uno de los más hábiles cazadores de dinosaurios, que murió justo antes de la epidemia de covid-19”, dijo Jeremy Lockwood, de la Universidad de Porthmouth, también coautor del estudio.
El coleccionista siempre donaba sus hallazgos a los museos, dijeron los paleontólogos.