AFP
Una nave rusa transportando a bordo a un multimillonario japonés, su asistente y un cosmonauta profesional, se acopló este miércoles a la Estación Espacial Internacional (ISS) tras seis horas de vuelo, informó la Agencia espacial rusa.
La Soyuz había despegado del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, a las 07h38 GMT, con el multimillonario nipón Yusaku Maezawa, de 46 años, su asistente, Yozo Hirano, y el cosmonauta Alexander Missurkin.
El acoplamiento al módulo Poisk del segmento ruso de la ISS tuvo lugar hacia las 13H40 GMT.
“¡Tenemos contacto!”, señalaron desde Baikonur.
Maezawa, un excéntrico magnate de la moda en internet, e Hirano estarán durante 12 días a bordo de la ISS, tras un viaje que marca el regreso ruso al turismo espacial.
Rusia había perdido terreno en este pujante y lucrativo sector, que se ha visto redinamizado por la implicación de empresas privadas estadounidenses como Virgin, Blue Origin y SpaceX.
Por la madrugada, el trío abandonó su hotel con el sonido de una canción tradicional que suele reproducirse para todos los cosmonautas antes del despegue.
“Los sueños se hacen realidad”, tuiteó el millonario japonés el miércoles.
“Estoy tan ilusionado como un niño antes de una excursión con la escuela”, había dicho Maezawa durante una rueda de prensa, el martes.
Misurkin, por su parte, explicó que sus compañeros tendrán un programa cargado. Entre las actividades previstas hay un torneo “amistoso” de bádminton.
El millonario se ha fijado 100 tareas para cumplir en el espacio y prevé documentar su estancia con videos publicados en su canal de YouTube.
Antes de la misión, Maezawa y su asistente se estuvieron preparando en la Ciudad de las Estrellas, una urbe construida cerca de Moscú en los años 1960 para formar a los cosmonautas.
Actualmente hay diez personas a bordo de la ISS: cuatro estadounidenses, tres rusos, dos japoneses y un alemán.
– Sector jugoso –
El último viaje de un turista nipón al espacio se remonta a 1990, cuando un periodista acudió a la estación soviética Mir.
El lucrativo sector de los vuelos privados espaciales se ha visto dinamizado por la entrada de los millonarios estadounidenses Elon Musk (SpaceX) y Jeff Bezos (Blue Origin), además del británico Richard Branson (Virgin Galactic).
En septiembre, SpaceX organizó un vuelo de tres días en órbita con una tripulación compuesta íntegramente por personas que no son astronautas. También prevé llevar a varios turistas a dar la vuelta a la Luna en 2023, entre ellos Maezawa, que financia la operación.
Tras una década de interrupción, el vuelo de este miércoles marca el retorno a este sector de la agencia espacial rusa Roscosmos, aunque la industria aeroespacial del país esté minada por la corrupción y las dificultades técnicas y financieras.
En 2020, con la puesta en servicio de las naves de SpaceX, Rusia perdió el monopolio de vuelos tripulados hacia la ISS y las decenas de millones de dólares que la NASA y otras agencias le pagaban por cada plaza a bordo de una Soyuz.
La misión con los dos japoneses está organizada por Roscosmos y su socio estadounidense Space Adventures. Entre 2001 y 2009, estas dos empresas ya habían enviado en ocho ocasiones a ricos empresarios al espacio.
Señal de la voluntad del sector espacial ruso de renovarse, Roscosmos envió en octubre un realizador y una actriz a la ISS para rodar el primer largometraje en órbita de la historia, adelantándose a un proyecto del actor estadounidense Tom Cruise.