AFP
El ayuntamiento de la ciudad española de Gijón (norte) no permitirá más corridas en la ciudad tras la lidia de dos toros llamados “Nigeriano” y “Feminista”, anunciaron este jueves medios locales.
La decisión indignó a aficionados, toreros y ganaderos, que recordaron que los nombres de los animales vienen de varias generaciones atrás.
“Se han cruzado varias rayas, diría que dos: una con ‘feminista’ y otra con ‘nigeriano'”, dijo a la radio Cadena Ser la alcaldesa Ana González, socialista.
“No podemos permitir este tipo de cosas y además, en los ultimos años, las voces pidiendo que no continuaran los toros en Gijón son cada vez más”, añadió.
Para asegurarse del fin de los toros en esta ciudad, el ayuntamiento no volverá a conceder una nueva prórroga de la concesión de la plaza de toros de El Bibio para realizar su feria taurina, la de Begoña, ni volverá a sacar la plaza a concurso público para la celebración de espectáculos taurinos.
“No prohíbo la feria, pero decido que la plaza se use para otras cosas”, dijo la alcaldesa al diario asturiano La Nueva España.
En un video publicado en Facebook, el torero Julián López “El Juli”, que lidió uno de los dos toros, tildó de “absurda”, “vergonzosa” e “ideológica” la decisión.
“En la ganadería, hace 40 años, una vaca se llamaba ‘feminista’ y otra vaca se llama ‘nigeriana'”, recuerda el matador, y agrega que a sus crías “se les transmite el mismo nombre, asi perdura la reata”, la estirpe.
La Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) aseguró que por norma, y para conservar la trazabilidad de la genealogía, “los machos adquieren el nombre de la madre”.
Los toros “liados el pasado fin de semana pertenecientes a la ganadería de Daniel Ruiz, descienden de la vaca ‘Feminista’ y ‘Nigeriana’, ambas vacas adquiridas por el ganadero en el año 1986, por tanto, con una descendencia superior a 35 años y con más de cuatro generaciones”.
Las corridas de toros, que hasta la irrupción del fútbol el siglo pasado fueron el espectáculo más popular en España, han decaído en los últimos tiempos, coincidiendo con el auge y las protestas de movimientos contra el maltrato animal.
En 2012, entró en vigor en Cataluña (noreste) la prohibición de las corridas, y aunque en 2016 una sentencia del Tribunal Constitucional volvía a autorizarlas, la plaza Monumental de Barcelona no volvió a ver una.