AFP
El escritor brasileño Paulo Coelho se ofreció este miércoles a financiar un festival de jazz que tuvo un pedido de recursos públicos rechazado por parte del gobierno de Jair Bolsonaro, tras definirse como “antifascista”.
“La fundación Coelho & Oiticica se ofrece a cubrir los gastos del Festival do Capao”, publicó en Twitter el autor de “El Alquimista”, radicado en Ginebra, que desde 2015 tiene una fundación junto a su mujer, la artista plástica Christina Oiticica.
Los fondos, solicitados mediante la Ley Rouanet (de incentivo a la cultura), totalizan 145.000 reales (unos USD 28.000), precisó.
La “única condición” de ese apoyo, agregó, es que el festival mantenga su carácter “antifascista y a favor de la democracia”, anunciado en una publicación de junio de 2020.
El Festival de Jazz do Capao, organizado desde 2010 en una pequeña localidad del valle del Capao, en la región serrana del estado de Bahia (noreste), afirma que el gobierno rechazó su pedido de recursos públicos por motivos “ideológicos”.
Según los organizadores, la Fundación Nacional de Artes (Funarte) alegó en su parecer técnico que los fondos debían ser denegados, entre otros motivos porque la promoción del Festival destaca su carácter “antifascista” y “a favor de la democracia”.
“No podemos aceptar el fascismo, el racismo y ninguna forma de opresión y prejuicio”, asevera la publicación del Festival.
Los organizadores relatan igualmente que el parecer técnico de la Funarte que justifica la negativa a entregar fondos invoca a Dios en diversos pasajes.
“El objetivo y la finalidad mayor de toda música no debería ser otro que el de la gloria de Dios y la renovación del alma”, dice el parecer de Funarte, atribuyendo la frase al compositor alemán Johann Sebastian Bach (1685-1750).
La Funarte no explicó de inmediato el motivo por el cual se negaron los fondos, pero confirmó haber recibido las preguntas formuladas por AFP.
En sus dos años y medio de gobierno, Bolsonaro ha estado en pie de guerra contra gran parte de la clase artística, que lo acusa de censura y retrocesos por promover un combate a lo que él denomina “marxismo cultural”.
Entre los episodios más destacados de esta “guerra cultural” figuran la renuncia de un secretario de Cultura que pronunció un discurso con referencias al ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels y de un presidente de la Funarte que afirmó que el rock conduce al aborto y al satanismo.