AFP
Un alga japonesa, que desprende un olor nauseabundo al pudrirse y un gas potencialmente mortal, ha colonizado un tramo de la costa mediterránea cerca de Marsella, que alberga una de las atracciones naturales más populares de Francia.
El alga verde, rugulopteryx okamurae, supone un riesgo para la salud porque, una vez que llega a las rocas y las playas, comienza a descomponerse y a emitir sulfuro de hidrógeno, un gas pútrido que puede ser letal en grandes dosis.
En las últimas semanas, la planta ha invadido el popular Parque Nacional de las Calanques, cuyas recónditas playas atraen a miles de personas cada día en temporada alta, explicó un portavoz a la AFP.
También se ha visto en los muelles de Marsella y al oeste de la ciudad.
“Se extiende y apesta todo, el olor es nauseabundo”, dijo Guy Coulet, un residente de Marsella.
Thierry Thibault, investigador del Instituto Mediterráneo de Oceanografía, dijo que el alga ha estado presente en la cuenca de Thau, a unos 200 kilómetros al oeste de Marsella, desde 2008.
Probablemente fue propagada por “alguien que comió erizos de mar de la cuenca de Thau y arrojó las conchas al mar”, dijo.
Las autoridades de Marsella afirman que la situación está controlada y que se están realizando análisis para determinar la mejor manera de erradicar el alga.
“Por el momento no hay peligro para los seres humanos, pero si el nivel de gas es demasiado alto, sería conveniente cerrar las playas”, declaró a la AFP Hervé Menchon, alcalde adjunto de Marsella, encargado de la biodiversidad marina.