¿Listos para una fiesta adentro? Los neoyorquinos prefieren esperar

AFP

Tras 14 meses de restricciones, los neoyorquinos pueden ahora aprovechar una ciudad donde casi todo ha reabierto. Sin embargo, prudentes como han sido desde el inicio de la pandemia, muchos dudan aún si festejar y reanudar su vida social.

Yesenia Herra, de 33 años, organizadora de cenas y fiestas para turistas y quien “adora salir”, hizo el fin de semana pasado su primera fiesta desde marzo de 2020, invitando a unos 20 familiares y amigos para celebrar el primer cumpleaños de su hija.

Por la “seguridad” de sus invitados, “casi todos” completamente vacunados, lo organizó afuera, en Central Park, con mesas y sillas plegables, globos sujetados de los árboles y comida para alimentar a un ejército. 

“No hice ‘baby shower’ (fiesta de regalos para el bebé que nacerá), ni festejé nuestro regreso de la maternidad”, explicó a la AFP. “Es mi primera celebración para ella, ni siquiera lo recordará quizás, pero quería que supiera que tuvo lugar”.

Aunque sus invitados parecían felices de reencontrarse, muchos decían que aún no invitan a gente a su casa, excepto a los muy allegados que saben con seguridad que fueron vacunados.  

“No sé si volveremos alguna vez a sentirnos completamente cómodos con eso (…), no en lo inmediato, en todo caso”, dijo Merry Mathes, de 58 años.

Más lejos, en el parque, Marcus, de 25 años, un jurista vacunado, celebraba con una docena de amigos y un DJ.

Solo asistió a dos fiestas desde marzo de 2020, afuera: una, limitada a 10 personas, para el casamiento de su mejor amigo, y la otra en Central Park a comienzos de mayo.

“No estoy listo para las fiestas adentro, ¿quizás en otoño?”, dijo.

– ¿Y si la epidemia regresa? –

Lemuel Rodrigues, gerente de una tienda de regalos y muebles para fiestas en Manhattan, dice que los clientes recién empiezan a regresar. “La mayoría de la gente (que hace una fiesta) la organiza en casa, para un grupo pequeño, o en un parque”, dijo.

Aunque su tienda factura menos, saluda la prudencia persistente de su clientela: muchos neoyorquinos vacunados -más de 60% de la población adulta recibió al menos una dosis de la vacuna- sigue llevando mascarilla en la calle, aunque la obligación fue levantada a fines de abril.

“Mucha gente quiere regresar a la normalidad lo más rápido posible. Pero aquí somos más reticentes. ¿Se imaginan si la epidemia regresa? Nueva York es una ciudad demasiado grande, no podemos dejar que eso suceda”, afirmó.

Los bares y restaurantes pueden funcionar normalmente desde el miércoles, pero esta prudencia ayuda a Amanda Orso, que organiza fiestas pequeñas generalmente a domicilio.

Estas últimas semanas fue contratada para organizar varias por gente deseosa de celebrar “simplemente el hecho de ser vacunada”. Y hasta hubo guiñadas a la pandemia, como bebidas servidas en jeringas.

Laurence Anthony, de 36 años, conferencista, fue uno de sus primeros clientes en abril: tras un año de pausa, invitó a 10 personas, todas inmunizadas, a un desayuno-almuerzo en su apartamento de Harlem para festejar la vacunación y su reciente mudanza. 

“Fue la ocasión de meditar” sobre la pandemia y “la importancia de los contactos” humanos, dijo. 

A mediados de mayo fue a una fiesta adentro con unas 50 personas, “primer evento (desde la pandemia) al que fui sin conocer a la mayoría de la gente”. 

El evento fue tan cercano a una velada “normal” pre-pandemia, que una semana después “todo el mundo seguía hablando del tema”, dijo.

¿Cuando regresarán entonces las veladas de gala, que hacen de Nueva York uno de los lugares preferidos del jetset?

Según Marcy Blum, que organiza cenas de gala y casamientos para una clientela rica, si bien los grandes lugares para recepciones no abrirán sus puertas antes de noviembre, las listas de reservas ya están llenas hasta abril de 2022.

El teléfono comenzó a sonar hace un mes, “cuando quedó claro que todo el mundo accedería a la vacuna”, dijo.

“Todo el mundo sale de la cueva al mismo tiempo (…) Pero las personas permanecen prudentes (…), para junio, julio, todo el mundo todavía quiere estar afuera, o bajo carpas, nadie quiere ir a un salón de baile”.

La gala del Met, la mayor fiesta mundial de la moda, será el símbolo de la reanudación de los festejos: tradicionalmente celebrada en mayo, fue anulada en 2020 y este año aplazada hasta el 13 de septiembre.