Visita de presidente costarricense desata debate sobre seguridad y política en El Salvador

La reciente visita del presidente de Costa Rica a El Salvador generó análisis entre especialistas, quienes coinciden en que el tema de seguridad fue central en la agenda. El analista político Rafael Góchez señaló que el mandatario costarricense busca validar una tesis en un contexto de creciente criminalidad en un país tradicionalmente estable. También consideró que la visita tiene un componente electoral y funciona como una alerta temprana para evitar un deterioro mayor en materia de seguridad. Por su parte, Manuel Zometa afirmó que el modelo salvadoreño no es replicable en Costa Rica debido a diferencias institucionales, como la ausencia de ejército.

La analista política Bessy Ríos añadió que Costa Rica enfrenta desafíos similares a los de la región, pero ve difícil que adopte herramientas como las aplicadas en El Salvador sin control legislativo. Ríos cuestionó a los partidos tradicionales y atribuyó la descomposición social a fallas históricas del Estado, mientras que Zometa defendió que el garantismo no debe ser señalado como un sistema fallido y que el problema radica en el manejo de la delincuencia. Ambos analistas coincidieron en que la discusión sobre seguridad debe considerar los derechos y garantías ciudadanas.

En el ámbito político interno, los especialistas evaluaron la relación entre la popularidad de Nayib Bukele y el desempeño de Nuevas Ideas. Ríos afirmó que el alto respaldo al presidente, frente al apoyo más limitado a su partido, evidencia un fenómeno de “bukelismo”. Góchez sostuvo que el proyecto oficialista se articula alrededor de las iniciativas del mandatario, mientras que Zometa indicó que los partidos tradicionales aún conservan estructuras, aunque han sido afectados por casos de corrupción. Los tres coinciden en que el escenario actual está marcado por el peso de los liderazgos personales.

De cara a las próximas elecciones, Góchez señaló que, incluso en un escenario hipotético de unidad entre ARENA, FMLN y Vamos, la oposición solo alcanzaría alrededor de ocho escaños legislativos, aunque considera poco probable esa alianza. Zometa afirmó que Nuevas Ideas podría perder curules debido al desgaste natural en el ejercicio del poder, mientras que Ríos criticó que los partidos opositores busquen figuras sin formación política para competir. Los analistas coincidieron en que los partidos deben enfocarse en los temas que realmente preocupan a la ciudadanía para recuperar relevancia.