Tragedia en el partido entre Atlético Nacional y Júnior: La violencia empaña el fútbol colombiano

Luis Gómez

En un lamentable suceso, el partido de la jornada 10 de la Primera División de Colombia entre Atlético Nacional y Júnior de Barranquilla tuvo que ser suspendido poco después del inicio del segundo tiempo, cuando el marcador favorecía a los locales por 2-0. La violencia estalló en las gradas del Estadio Atanasio Girardot tras el gol de Marino Hinestroza, desatando un enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos que obligó a las autoridades a intervenir.
Los incidentes comenzaron rápidamente tras la reanudación del juego, con un grupo de hinchas de Júnior atacando a los aficionados de Atlético Nacional en el sector occidental del estadio. A pesar de los esfuerzos de los futbolistas para calmar los ánimos, la tensión aumentó, llevando al árbitro Norberto Ararat a tomar la difícil decisión de suspender el partido, ya que las condiciones de seguridad no garantizaban la integridad de los presentes.


La situación se tornó caótica cuando los hinchas visitantes lograron sobrepasar a los efectivos de seguridad, iniciando una feroz pelea con los aficionados locales. Las escenas de violencia fueron escalofriantes: corridas, avalanchas y la presencia de objetos contundentes, así como armas blancas, generaron un clima de pánico en las gradas. Ante esta situación, la policía utilizó gases lacrimógenos para intentar controlar a la multitud, lo que provocó una estampida en las puertas del estadio, dificultando la evacuación.
Las autoridades de Medellín confirmaron que más de 20 personas resultaron heridas, la mayoría con lesiones de arma blanca, además de algunos heridos que sufrieron caídas desde la parte alta de la tribuna. Los heridos fueron atendidos en las afueras del estadio, y los casos más graves fueron trasladados a hospitales cercanos para recibir atención médica adecuada.
La Liga Dimayor, a través de un comunicado, condenó los hechos de violencia y anunció la suspensión del partido, enfatizando la falta de garantías para continuar el encuentro. Por su parte, el Secretario de Seguridad de Medellín, Villa Mejía, expresó su rechazo a lo ocurrido y destacó la intervención policial para controlar la situación y evacuar el estadio de manera segura. Este episodio resalta una preocupante realidad en el fútbol colombiano, donde la violencia en los estadios sigue siendo un tema crítico que requiere atención inmediata.