AFP
La conferencia de la ONU sobre biodiversidad (COP15) terminó su primera ronda de negociaciones este viernes en China, con el compromiso del país anfitrión de hacer todo lo posible para cerrar un acuerdo que mejore la protección de la naturaleza y permita mayor financiación.
“La comunidad internacional espera que la COP15 sea una etapa clave para invertir la pérdida de biodiversidad, como lo fue la cumbre de París (en 2015) para el cambio climático”, insistió el ministro chino de Medioambiente, Huang Runqiu, durante la rueda de prensa de cierre de la conferencia de Kunming (suroeste de China).
La primera parte de la COP15 se desarrolló en buena parte por videoconferencia. En la ciudad china se reunieron cerca de 2.9000 delegados de la COP, mientras otros 2.500 (entre ellos algunos jefes de Estado) la seguían por videoconferencia. Este formato se adoptó a causa de la pandemia de coronavirus.
Se espera que la segunda parte tenga lugar en la primavera de 2022 y que sea presencial. Antes habrá una reunión previa en Suiza.
La COP15 debe lograr un marco de protección mundial para preservar los ecosistemas, fundamentales para tener agua potable, aire limpio, alimento y materias primas, de aquí a 2030. Y conseguir “vivir en armonía con la naturaleza” en 2050.
El miércoles se adoptó la llamada Declaración de Kunming, un texto liderado por China que defiende ideas como la de “civilización ecológica”. En parte, se retoman los objetivos que los 196 países miembros de la Convención sobre la Biodiversidad (CDB) negociarán en enero en Ginebra, en el preámbulo de la segunda parte de la COP15.
La declaración refleja el objetivo de proteger el 30% del planeta para 2030, pero sin precisar si Pekín lo secunda.
Para Lin Li, de WWF, “el liderazgo del país anfitrión es esencial para un resultado fructífero, define el nivel de ambición necesario para resolver la crisis de biodiversidad y suma alianzas fundamentales para este objetivo”, añade Li.
Para Julien Rochette, del think tank francés IDDRI, esta declaración permite “relanzar el impulso político” que “nos gustaría ver traducido en el texto de las negociaciones”.
El ministro de Medioambiente chino se comprometió a hacer todo lo posible para “lograr el nivel de consenso más alto” en las negociaciones y a conseguir “un funcionamiento armonioso”.
– Próxima etapa: Ginebra –
Además, en esta COP15 se han puesto sobre la mesa programas para financiar la protección de la biodiversidad. China lanzó un fondo destinado a los países en vías de desarrollo de 233 millones de dólares. Y Japón prometió inyectar casi 16 millones de dólares.
La Agencia Francesa del Desarrollo (AFD) cifra las necesidades económicas para proteger la biodiversidad entre 722.000 y 967.000 millones de dólares, de aquí a 2030, pero solo se le dedican entre 124.000 y 143.000 millones de dólares. Y otros 500.000 millones sirven para subvenciones nefastas contra la naturaleza.
Estos anuncios constituyen “un tímido comienzo”, asume Li Shuo, de Greenpeace, que pide transparencia en los fondos chinos: “cómo se gestionará, cómo completará los instrumentos financieros que ya existen y durante cuánto tiempo”. Ya que para algunos países, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FEM), es la herramienta más apropiada para financiar las acciones por la biodiversidad.
“La financiación es un tema vital porque determina los compromisos de algunos países (en las negociaciones), sobre todo los del Sur”, cuenta Rochette. Los anuncios que se han hecho en Kunming “son una buena señal. Ponen encima de la mesa de debate el tema de la financiación”.
“La biodiversidad sigue reduciéndose a un ritmo sin precedentes”, avisó Bruno Oberle, director general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “No podemos felicitarnos por los avances vistos. Pero la buena noticia es que estamos a tiempo para parar e invertir el declive de la biodiversidad si tomamos medidas urgentes”.
“Debemos seguir haciendo avances en varios temas pendientes”, insistió Elizabeth Maruma Mrema, secretaria ejecutiva de la Convención sobre la biodiversidad (CDB), durante la rueda de prensa de cierre de la COP. “El mayor obstáculo es la capacidad para poner de acuerdo a todas las partes”, añadió. También queda en el aire otro punto importante, la puesta en marcha efectiva de las medidas adoptadas.