Rusia avisa que seguirá atacando las infraestructuras energéticas de Ucrania

AFP

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió este jueves que su país seguirá bombardeando las infraestructuras energéticas ucranianas, como réplica a ataques atribuidos a Kiev en la anexionada península de Crimea.

Putin quitó importancia a las críticas occidentales de los bombardeos que dejaron a oscuras y sin calefacción a millones de ucranianos, en pleno invierno boreal.

“Sí, lo hacemos, ¿pero quién comenzó?”, lanzó Putin, en una ceremonia de condecoración de soldados y otras personalidades en el Kremlin.

El mandatario ruso atribuye a Ucrania la explosión que dañó el puente de Crimea a principios de octubre.

También acusó a las autoridades de la exrepública soviética de haber “hecho saltar las líneas eléctricas de la central nuclear de Kursk”, una región rusa fronteriza de Ucrania, y de “no abastecer de agua” al bastión separatista prorruso de Donetsk (este), en plena línea de frente.

“Por nuestra parte, en cuanto nosotros nos ponemos a hacer algo como respuesta, el ruido, el clamor (…), se propagan por todo el universo”, ironizó.

“No tendremos ningún problema en cumplir con nuestras misiones de combate”, agregó Putin, que lanzó su ofensiva militar en Ucrania el 24 de febrero, topando con una férrea resistencia apoyada por las potencias occidentales.

Sus declaraciones coincidieron con el intercambio de dos célebres presos entre Rusia y Estados Unidos en el aeropuerto de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos.

Los beneficiarios del canje fueron el traficante de armas ruso, Viktor Bout, que llevaba más de diez años detenido en Estados Unidos, y la basquetbolista estadounidense Brittney Griner, encarcelada en Rusia desde principios de este año por posesión de cannabis.

– “Riesgos” en Crimea –

Previamente, el Kremlin había afirmado que existe el “riesgo” de que Ucrania efectúe ataques en Crimea.

En los últimos días, varias bases militares rusas, dos de ellas situadas a unos 500 kilómetros de Ucrania (y a la misma distancia de Moscú) fueron atacadas por drones. 

Este jueves, la flota rusa desplegada en Sebastopol, en Crimea, derribó un dron, informaron las autoridades locales. 

Esos ataques, sumados a la contraofensiva que obligó a las tropas rusas a replegarse de varias zonas conquistadas al inicio del conflicto, parecen indicar Moscú encuentra dificultades para consolidar sus posiciones y proteger su retaguardia.

En Crimea “existe el riesgo, pues la parte ucraniana persiste en su línea de organizar ataques terroristas”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Pero el hecho de que un dron fuese derribado “indica que se están tomando las contramedidas indicadas”, agregó.

La flota rusa del mar Negro, apostada en el puerto de Sebastopol, se vio afectada a finales de octubre por lo que las autoridades calificaron como un ataque “masivo” de drones que dañó al menos un navío.

Las autoridades instaladas por Moscú en Crimea anunciaron la construcción de fortificaciones y trincheras.

– Detenciones en Crimea –

Ante la posibilidad de que las líneas del frente no se muevan durante el invierno, los ucranianos recurren cada vez más a los drones para bombardear las bases rusas en la retaguardia.

Los rusos, por su lado, bombardean infraestructuras energéticas ucranianas.

Según el operador ucraniano Ukrenergo, el sistema eléctrico todavía adolecía este jueves de un “déficit significativo” a causa de los bombardeos del lunes.

Los servicios de seguridad rusos (FSB) anunciaron el arresto de dos habitantes de Sebastopol sospechosos de haber transmitido información sobre objetivos militares a Ucrania.

El ejército ucraniano se acercó a Crimea gracias a una contraofensiva que le permitió recuperar a mediados de noviembre la ciudad de Jersón (sur).

En esa zona, donde los dos bandos están separados por el río Dniéper, la situación sigue tensa, con bombardeos rusos regulares.

Oleksiy Kovbasiuk, un vecino de la región que habló con la AFP, sigue cruzando el río pese al riesgo y a las frías temperaturas, para ayudar a huir a los habitantes atrapados en la margen izquierda, ocupada por los rusos. 

“Mi barco ha tenido ya dos impactos de bala”, contó.