AFP
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, admitió este miércoles que un grupo de militares podría ser responsable de ejecutar a cinco civiles en Tamaulipas (noreste), un hecho ocurrido hace tres semanas y que quedó grabado en cámaras de videovigilancia.
“Al parecer sí hubo ajusticiamiento y eso no se puede permitir”, dijo el mandatario izquierdista, durante cuyo gobierno los militares han acumulado poder al haberse ampliado sus funciones a distintos ámbitos.
Los uniformados involucrados ya “están bajo resguardo”, añadió López Obrador en su conferencia de prensa diaria.
Sin embargo, acotó que se trata de “casos aislados” que “cuando se dan se castigan”, y los atribuyó a “un exceso de violencia” de parte de los soldados.
“No hay encubrimiento porque nosotros no toleramos la violación de derechos humanos”, sostuvo, al recordar que la Secretaría de la Defensa ya inició una investigación “por el presunto delito de ejecución extrajudicial”.
El hecho se produjo el 18 de mayo en la ciudad de Nuevo Laredo, limítrofe con Estados Unidos, según el diario español El País y la cadena estadounidense Univisión, que revelaron la grabación de una cámara de seguridad.
La noche del martes se informó que la Fiscalía General ya inició una investigación en coordinación con la secretaría de la Defensa, máximo mando del Ejército.
La fiscalía militar abrió también una pesquisa y ha asegurado que no se tolerará “impunidad en el desempeño del personal (…) ni se solapará ninguna conducta contraria al Estado de derecho”.
En episodios anteriores que involucran a militares con presuntas violaciones de derechos humanos, López Obrador ha enfatizado que se trata de casos aislados y que a diferencia de gobiernos pasados, el suyo no masacra a civiles ni los desaparece.
Choque y balacera
El incidente ocurrió en la misma ciudad donde en febrero pasado militares balearon un vehículo en el que viajaban siete jóvenes, que al parecer salían de una fiesta, matando a cinco de ellos. Cuatro soldados son procesados por ese caso.
Nuevo Laredo es escenario frecuente de acciones violentas atribuidas a narcotraficantes.
Las imágenes publicadas el martes muestran inicialmente el violento choque de una camioneta contra el muro de un supermercado, al parecer huyendo de una persecución.
Poco después llega un vehículo militar artillado que golpea intencionalmente a la camioneta siniestrada.
Los militares descienden disparando contra el automotor, para luego bajar a sus cinco ocupantes, que parecen aturdidos por el choque. Entonces arriban al lugar más soldados, que llegan a ser 11.
Uno de los uniformados patea y tira al suelo a uno de los civiles y otro procede a golpearlo. Luego son arrastrados y colocados contra el muro, donde se les ve parcialmente.
Los soldados revisan el vehículo y sacan de su interior al menos un arma de alto calibre y un chaleco antibalas. Posteriormente, según el relato de Univisión y algunas imágenes, se observa cómo golpean, esposan y vendan los ojos de los detenidos.
Después los soldados parecen ser blanco de un ataque al que responden con disparos, aunque los agresores nunca son visibles en el video. Ningún militar resultó lesionado, según el reporte oficial.
Simultáneamente, uno de los soldados que está sentado al lado de los detenidos, aparentemente para vigilarlos, empieza a dispararles.
Uno de ellos se arrastra como huyendo, pero otro soldado le apunta con un fusil y deja de moverse.
Posteriormente, un soldado coloca fusiles cerca de los cuerpos de dos detenidos y otro quita las esposas a uno de los abatidos.
Una ambulancia llegó una hora después para atender a un hombre que seguía con vida, pero que murió de camino al hospital, según Univisión.