William Santos
El pandillero Óscar Armando Solís Quintanilla fue sentenciado a 15 años de prisión por extorsionar a un comerciante en el municipio de Chinameca, en el departamento de San Miguel. Los hechos ocurrieron el 23 de junio de 2012.
La condena se logró luego de una exhaustiva investigación y la valiosa colaboración de la víctima, quien denunció las amenazas y exigencias económicas realizadas por Solís a nombre de la pandilla.
El caso se destapó cuando el comerciante, temeroso por su seguridad, decidió reportar las constantes amenazas de muerte y las demandas de dinero que recibía por parte de Solís y otros miembros de la estructura criminal. Con el apoyo de las autoridades, se ejecutó una operación de entrega controlada de dinero, lo que permitió identificar a Solís como uno de los principales responsables de la extorsión.
Una de las características más destacadas de este caso es que, gracias a las recientes reformas al Código Procesal Penal, el proceso judicial pudo continuar sin la presencia del imputado en la sala. Solís fue condenado en ausencia, una medida contemplada en la legislación actual para agilizar los juicios y evitar que los delincuentes se beneficien de dilaciones procesales.