AFP
Cerca de 2.000 indígenas provenientes del noroeste de Colombia acampan este martes en los exteriores de una dependencia gubernamental en Bogotá y piden una reunión con altas autoridades para discutir sus exigencias sobre tierras ancestrales y atención a sus comunidades.
Los indígenas embera instalaron cientos carpas en los exteriores de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y esperan que “el gobierno nacional los atienda”, dijo el martes en una declaración en video la alta consejera de víctimas, paz y reconciliación de la alcaldía de Bogotá, que instó al gobierno central “a cumplir con los compromisos que se han adquirido con la comunidad (…), que tienen que ver con vivienda, con temas de educación, con temas de salud”, entre otras exigencias.
“No queremos tener más muertes de niños indígenas en el departamento de Risaralda. Queremos, para cubrir las necesidades de estos niños, tierra, educación, salud y proyectos productivos para los territorios”, dijo el martes a medios el consejero mayor de la comunidad, Marco Wasarabé.
En septiembre, unos 700 indígenas embera desplazados que acampaban en un parque de Bogotá desde finales de 2021 retornaron a sus comunidades luego de una serie de compromisos adquiridos por el gobierno del presidente Gustavo Petro de reasentarles en sus territorios y atender sus necesidades.
Este martes, el director de la ANT Felipe Harman anunció la instalación de “una primera mesa de trabajo” con las representantes de las comunidades y agregó que el gobierno tiene la “disposición para establecer el diálogo que permita superar las condiciones que causaron su movilización”, escribió en su cuenta en la red social X.
“La mayoría de esas comunidades quieren regresar a sus territorios y es responsabilidad del Estado, del gobierno nacional, liderar ese proceso para que puedan contar con las condiciones que les permita permanecer allá”, aseguró el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, el martes en un acto público.
Los pueblos originarios han sido tradicionalmente desplazados de sus territorios en Colombia por la violencia de los grupos armados. Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia intenta desactivar por medio del diálogo el conflicto armado de seis décadas que ha dejado 9,5 millones de víctimas, casi el 90% de ellos desplazados.