AFP
El nivel de los ríos en Rusia y Kazajistán siguió subiendo e inundando localidades enteras el miércoles, obligando a evacuar a más de 100.000 personas en las últimas dos semanas en ambos países, donde las autoridades advierten que la situación podría empeorar.
El rápido derretimiento de la nieve ha provocado que los ríos del sur de los Urales, el oeste de Siberia y el norte de Kazajistán alcancen alturas sin precedentes.
Rusia y Kazajistán llevan días luchando contra la crecida de los ríos, y ambos países declararon el estado de emergencia por las inundaciones, calificadas como las peores en décadas.
“La situación es muy, muy tensa”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“El agua sigue subiendo. Grandes (cantidades de) agua están llegando a nuevas regiones”, añadió.
La gran mayoría de las evacuaciones tuvieron lugar en el oeste y el norte de Kazajistán, fronterizo con Rusia.
En Rusia las evacuaciones se produjeron principalmente en la región de Oremburgo, donde el nivel del agua alcanzó 9,96 metros el miércoles, por encima del “umbral crítico” de 9,30.
Según las previsiones de los expertos, el agua, que ha subido 81 centímetros en las últimas 24 horas, seguirá haciéndolo otros “30 a 70 cm”.
Las autoridades reiteraron su llamamiento a las personas que viven en la zona inundada, “para que abandonen sus hogares de forma urgente”.
También se espera que empeoren las inundaciones en la ciudad de Kurgan, al oeste de Siberia, donde el río Tobol también se desbordó.
Los servicios de emergencia locales publicaron imágenes de residentes y trabajadores colocando sacos de arena en las orillas del río mientras sonaban sirenas en toda la ciudad.
Según las autoridades, el río ha crecido 23 centímetros en un día.
Aunque no se ha establecido ninguna relación con el cambio climático, los científicos creen que el calentamiento global favorece fenómenos meteorológicos extremos como las lluvias torrenciales que causan inundaciones.