AFP
La justicia anuló este martes la autorización de una novillada en el sur de Francia, una “victoria” para las asociaciones anticorrida que debería, a su juicio, “sentar jurisprudencia”.
Un tribunal de Montpellier confirmó su decisión de 2023 de prohibir la novillada –que opone novillos a jóvenes toreros que todavía no tomaron la alternativa– en la cercana Pérols, según el veredicto que pudo consultar la AFP.
El ayuntamiento quería organizar esta novillada el 15 de julio de 2023, pero dos asociaciones, entre ellas la Alianza Anticorrida, y tres habitantes de la localidad llevaron la decisión municipal ante la justicia.
El Código Penal francés castiga el maltrato animal con hasta 5 años de prisión y hasta 75.000 euros de multa (81.500 dólares), pero permite las corridas cuando “una tradición local ininterrumpida” puede invocarse.
La exención se aplica en el tercio sur de Francia, ya sea en el suroeste próximo a España en torno a las plazas de Bayona, Dax, Mont-de-Marsan y Vic-Fesenzac, o a orillas del Mediterráneo, alrededor de Nimes, Arlés o Béziers.
Aunque el tribunal reconoce que Pérols, que cuenta con una plaza de toros y un club taurino centenario, está “muy marcada por la cultura taurina”, precisa que sus eventos “no presentan un carácter ininterrumpido”.
La justicia subraya así que “desde hace unos 20 años” Pérols no celebró corridas ni novilladas y que su situación geográfica, próxima a lugares que la celebran, tampoco justificaría su celebración en la localidad.
Más allá del caso de Pérols, esta decisión “debe sentar jurisprudencia” y “la tauromaquia no podrá restablecerse en lugares donde ya no tenía carta de naturaleza”, celebró Claire Starozinski, de la Alianza Anticorrida, en un comunicado.
Ocho países todavía celebran corridas de toros: Ecuador, España, Francia, México, Perú, Portugal, Venezuela y Colombia, aunque este último aprobó su prohibición a partir de 2027.