William Santos
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció una medida drástica en materia migratoria: durante los próximos tres meses, Grecia no revisará ni procesará solicitudes de asilo de personas que lleguen de forma irregular al país a través del mar Mediterráneo.
“La situación de emergencia requiere medidas de emergencia. Cualquier inmigrante que entre en el país ilegalmente será arrestado y detenido”, declaró Mitsotakis ante el Parlamento, justificando la decisión como parte de una respuesta urgente ante el creciente flujo migratorio.
La suspensión se da en un contexto de aumento significativo en la llegada de migrantes provenientes del norte de África a la isla de Creta, un fenómeno que ha generado preocupación en las autoridades griegas. Solo en las últimas semanas, las fuerzas de seguridad y los guardacostas han reportado varios desembarcos en zonas costeras del sur del país.