Estados Unidos ha calificado a El Salvador como un país seguro para sus ciudadanos, destacando una significativa reducción de la violencia en el país. Este anuncio fue celebrado por el presidente Nayib Bukele, quien destacó los avances logrados en la lucha contra las pandillas y la delincuencia. Según las autoridades estadounidenses, la disminución de los homicidios en El Salvador ha sido drástica, pasando de 36 asesinatos por cada 100,000 habitantes en 2019 a solo 1.9 en 2024.
El cambio en la clasificación se atribuye principalmente a la estrategia de seguridad implementada por el presidente Bukele, quien lanzó una guerra contra las pandillas hace tres años. Este enfoque, que ha incluido el régimen de excepción, ha permitido reducir la violencia de manera significativa, lo que ha sido reconocido por la administración estadounidense. La medida se produce en un momento clave, luego de que la Casa Blanca anunciara que Donald Trump recibirá a Bukele la próxima semana, lo que refuerza la relación bilateral entre ambos países.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, expresó en la red X que la disminución de la actividad de pandillas y los delitos violentos ha sido “significativa”, lo que ha permitido reducir el nivel de alerta de viajes para los ciudadanos estadounidenses. Además, destacó el liderazgo de Bukele como un factor determinante para mejorar la seguridad en El Salvador. “Mantener seguros a los estadounidenses en el extranjero es nuestra máxima prioridad”, señaló Rubio.
El presidente Bukele se mostró complacido por el reconocimiento de Estados Unidos, celebrando la clasificación de El Salvador con la “estrella dorada de viajes del Departamento de Estado”. En su mensaje en la red X, enfatizó que el país ha alcanzado el “Nivel 1: el más seguro”. Sin embargo, el régimen de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, ha sido objeto de controversia y críticas por parte de organismos de derechos humanos, quienes denuncian abusos y detenciones de personas inocentes.
A pesar de la reducción en la violencia, el régimen de excepción sigue siendo un tema polémico. Más de 86,000 personas han sido detenidas bajo esta medida, aunque aproximadamente 8,000 de ellas han sido liberadas por falta de pruebas. El gobierno de Bukele también ha mantenido a más de 200 venezolanos deportados por Estados Unidos bajo custodia, acusados de ser criminales, una afirmación que ha sido rechazada por las autoridades venezolanas y las familias de los detenidos, quienes insisten en que solo eran migrantes.