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Muy pocas veces, el villano de un cómic llega a ser tan popular que eclipsa a su héroe, y no solo eso, recibe su propia serie.
Eso sucedió con Venom, quien nació para ser únicamente un cambio de traje para Spider-Man, se convirtió en un villano y poco a poco fue haciéndose un lugar en la preferencia de los fans, a tal grado que ahora es una especie de brutal antihéroe con su propia serie periódica, e incluso ha formado parte de los Avengers.
Pero, todo eso no hubiera sido posible sin Randy Schueller, un gran fan de Marvel que decidió participar en un concurso organizado por esa editorial.
La Casa de las Ideas estaba organizando un concurso para que los propios fans les dieran ideas que pudieran usar para nuevas publicaciones, pero nunca esperaron que se encontrarían con alguien con el talento de Schueller.
Randy lo único que hizo fue rediseñar a Spider-Man, con un increíble traje negro, pero al editor en jefe de Marvel de ese tiempo, Jim Shooter, le gustó tanto que se lo compró de inmediato por 220 dólares.
La idea original de Schueller era que el traje negro tuviera el mismo principio que los atuendos de los Fantastic Four, es decir, que tuviera las moléculas inestables para adaptarse a los poderes de su portador.
A los escritores no les pareció del todo esa idea, ya que creían que era una oportunidad desperdiciada para introducir algo más grande.
Después de un gran proceso creativo, los escritores David Michelinie y Todd McFarlane se encargaron de definir el primer concepto de Venom, el de un violento enemigo para Spider-Man, quien regresó a su típico traje rojo.
Años después, Venom se convirtió en un antihéroe, luchó junto al Capitán América y los Avengers e incluso hizo las paces con Peter Parker.
En la actualidad, está fuera del universo principal de Marvel, ya que se encuentra en un futuro alternativo junto a su hijo Dylan, y ambos son parte de una resistencia contra un ejército de simbiontes.