AFP
El número de provincias ecuatorianas en alerta roja por sequía pasó de 19 a 20 este lunes, debido al peor déficit hídrico en más de seis décadas en Ecuador, informó el secretario de Gestión de Riesgos, Jorge Carrillo.
“Estamos por debajo del mínimo histórico (hídrico) en los últimos 61 años y por eso el COE (Comité de Operaciones de Emergencia) nacional ha dispuesto la alerta roja en 20” de las 24 provincias, dijo el funcionario al canal Teleamazonas.
La situación ha llevado al gobierno de Daniel Noboa a decidir apagones programados de al menos seis horas al días para paliar la escasez de energía.
Chimborazo, en el centro andino, fue la última provincia declarada en emergencia.
La sequía también ha impactado en el suministro de agua potable y la producción agrícola y agudiza cientos de incendios forestales.
La insular Galápagos y todas las provincias andinas como Pichincha (cuya capital es Quito) y amazónicas están bajo alerta roja. Solo quedan por fuera las costeras Esmeraldas, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.
Los racionamientos de luz empezaron el domingo, según lo programado por el gobierno que los mantendrá toda la semana. La suspensión del servicio se a a lo largo de todo el día en distintos horarios y por sectores.
Noboa expresó en Nueva York en una cita con empresarios que la situación hídrica y energética en el país “es un caos y es mucho peor que lo esperado”.
“Me preocupa que esta medida pueda prolongarse más allá del tiempo anunciado, afectando nuestras actividades diarias. (…) Espero que se respeten los días y horas establecidos y que las interrupciones sean puntuales para poder planificar adecuadamente”, comentó a la AFP María José Coronado, una empleada privada.
Aunque las empresas distribuidoras de energía presentaron su programación para los cortes, el lunes el cronograma no se cumplía, con retrasos en las suspensiones o servicios que no fueron cortados en algunos sectores de Quito.
El fin de semana se registraron lluvias en el sur del país, con lo que el nivel del embalse de la hidroeléctrica Mazar -la más importante de Ecuador- aumentó 40 centímetros. Sin embargo, las autoridades insisten en que el cambio es insuficiente.
La Cámara de Comercio del puerto de Guayaquil (suroeste) estima que la nación pierde unos 12 millones de dólares por cada hora de apagón.