¿Disciplina o limitación al pensamiento crítico? Nombramiento de ministra de Educación genera debate entre analistas

El reciente nombramiento de Karla Trigueros como ministra de Educación, una funcionaria con formación militar y sin títulos en el área educativa, ha generado una ola de reacciones y cuestionamientos por parte de distintos analistas, quienes ponen sobre la mesa el impacto que esta decisión podría tener en la transformación del sistema educativo salvadoreño.

“Lo que dijo puntualmente el presidente es que se trataba de una transformación profunda del sistema educativo. Sin embargo, en el área de educación no posee títulos; su doctorado es en Medicina, donde destaca. Entonces, pasamos al otro título, el militar: ¿qué tipo de transformación es la que se quiere introducir al país?”, cuestionó el analista Manuel Zometa, al referirse a la designación de Trigueros.

Para Zometa, el enfoque militar que podría adoptar la nueva ministra podría imponer un modelo educativo basado en orden, disciplina y obediencia, elementos que, si bien son valorados en ciertos contextos, también podrían ser contraproducentes en el ámbito pedagógico.
“Enseñar obediencia restringe el pensamiento, la creatividad, la reflexión y el análisis. Y es en ese punto donde debo señalar mi desacuerdo”, añadió.

¿Orden y disciplina o represión del pensamiento?

La analista Tahnya Pastor también expresó su preocupación por el enfoque que podría tomar la nueva gestión ministerial. “Definitivamente, el carácter militar, en cuanto a la obediencia, resulta bastante limitante para la exploración y el desarrollo de la creatividad. Al enseñar obediencia, se restringe a las personas a seguir únicamente indicaciones, reglas y órdenes, sin pensar, analizar o sacar sus propias conclusiones”, sostuvo.

No obstante, Pastor también reconoció que la doctrina militar puede aportar valores importantes, como principios y ética, en un momento donde la corrupción y la impunidad han calado hondo en el tejido institucional del país.
“La ministra deberá buscar un equilibrio entre su doctrina militar y lo que se espera de un ciudadano modelo para la sociedad”, añadió.

“En las escuelas públicas reinaba el desorden”

Desde otra perspectiva, el analista Aldo Álvarez defendió el enfoque disciplinario que, a su juicio, urge en el sistema educativo salvadoreño.
“El mensaje es que la nueva ruta tiene que ver con orden y disciplina. En los centros educativos públicos lo que menos había era eso. Ese era un solo desorden el que nos heredaron los gobiernos del pasado”, señaló.

“Llegamos a un punto tal de desorden que aquí lo que había eran profesores amenazados por los mismos alumnos, que los iban a matar si no les pagaban la renta, si no los pasaban de grado o si no se doblegaban a lo que la pandilla y los criminales decían”, denunció.

Álvarez recordó que el nivel de descomposición en muchas escuelas llegó a tal punto que los profesores eran amenazados por alumnos vinculados a pandillas, obligados a ceder ante extorsiones o amenazas de muerte.