Marcelino Díaz
Un equipo de investigadores brasileños ha descubierto rastros de cocaína en los músculos e hígados de 13 tiburones de nariz puntiaguda capturados en las aguas costeras cerca de Río de Janeiro. El estudio, liderado por el ecotoxicólogo Enrico Mendes Saggioro del Instituto Oswaldo Cruz, se centra en la exposición de estos tiburones a la cocaína, dada la creciente preocupación sobre la contaminación de cuerpos de agua en Brasil con esta droga.
Los investigadores se preguntaron si los tiburones podrían estar expuestos a la cocaína debido a la detección de esta sustancia en aguas residuales y ríos del país. La hipótesis es que la droga llega al océano a través de desagües de laboratorios ilegales que refinan cocaína, aguas residuales sin tratar que contienen desechos de consumidores, o incluso alijos de cocaína perdidos o desechados por traficantes.
Los tiburones de nariz puntiaguda (Rhizoprionodon lalandii), que tienen hábitos costeros, están particularmente expuestos a esta contaminación. Los 13 tiburones, que incluyeron tanto juveniles como adultos pequeños comprados a barcos pesqueros locales, mostraron concentraciones de cocaína hasta 100 veces superiores a las detectadas anteriormente en otras criaturas acuáticas.
El hallazgo fue publicado el pasado lunes en la revista Science of the Total Environment.