AFP
Cubiertas desde la cabeza hasta los pies por largos vestidos tradicionales, llamados abayas, las modelos, encaramadas en tacones altos, se suceden alrededor de una piscina, en ocasión de un raro desfile de moda en la muy conservadora Arabia Saudita.
La princesa saudita y exmodelo Safia Hussein Guerras presentó este fin de semana en Riad, una nueva colección de abayas -ropa amplia que disimula la silueta-, ante un público poco numeroso pero, por una vez, mixto.
Bajo abayas adornados con motivos y strass, con cortes más o menos ajustados, una decena de modelos, en su mayoría sauditas, se esforzaron por poner en evidencia el encanto de esta prenda, garante del pudor público para algunos, símbolo de la opresión de las mujeres para otros.
“Quería cambiar el estigma que rodea al abaya y al velo en todo el mundo”, explica la princesa, que diseñó la colección “Sé elegante”, en colaboración con el estilista belga Christophe Beaufays.
“Si lo llevo a un nivel de elegancia y aceptación, quizás nuestra generación abrazará plenamente el abaya”, añade.
El uso de esta prenda sigue siendo obligatorio para las mujeres sauditas en este país que, buscando suavizar su imagen a nivel internacional, levantó esta obligación para las extranjeras en 2019.
Pero las jóvenes sauditas dejan cada vez más la tradicional ropa negra y amplia en el armario para cubrirse más bien con abayas de colores vivos y cortes más ajustados, que a veces incluso dejan entreabiertos. Para algunas la rebelión va aún más lejos y han dejado de llevar abaya.
– Cambio de imagen –
La colección presentada en Riad gustará a las mujeres de diferentes culturas y religiones, que comparten las mismas opiniones sobre “el pudor y la elegancia”, estimó por su parte Christophe Beaufays, que trabaja para una marca saudita especializada en los vestidos usados por los hombres, llamados “thobe”.
El desfile, organizado en la embajada de Bélgica en Arabia Saudita, se inscribe en la voluntad del príncipe heredero Mohamed Bin Salmane de cambiar la imagen de su país, considerado como conservador y cerrado, organizando eventos culturales, deportivos y hasta conciertos de música pop durante el rally Dakar.
Pero estos esfuerzos se han visto socavados en gran medida por una represión cada vez mayor en Arabia Saudita, que ocupa regularmente la primera página de la prensa internacional, en particular con el asesinato de un periodista crítico o bien con el encarcelamiento de militantes por los derechos de la mujer.
El desfile de este fin de semana supuso un avance con respecto a intentos similares anteriores.
En abril de 2018, los creadores Jean Paul Gaultier y Roberto Cavalli encabezaron la presentación de la primera Fashion Week en Arabia Saudita, pero el evento se desarrolló a puerta cerrada, prohibido no sólo a los hombres sino también a las cámaras.
Ese mismo año, en junio, un video de vestidos flotando en el aire, colgados de drones, durante un desfile de moda en Jedá, una ciudad a orillas del Mar Rojo, se volvió viral en las redes sociales, y se ridiculizó como un “desfile fantasma”.