La Defensa Civil de Gaza informó este viernes que al menos 50 personas murieron en una serie de ataques aéreos israelíes registrados en distintos puntos de la Franja, un territorio devastado tras casi dos años de guerra. Según la institución, que opera bajo la autoridad del movimiento islamista Hamás, 30 de las víctimas se localizaron en la ciudad de Gaza. El balance anterior era de 22 fallecidos.
El ejército israelí, por su parte, confirmó en un comunicado que su fuerza aérea atacó más de 140 objetivos en todo el enclave, entre ellos combatientes de Hamás, túneles e infraestructuras militares. La ofensiva terrestre y aérea iniciada el pasado 16 de septiembre busca tomar el control de la ciudad de Gaza, lo que ha generado un nuevo éxodo masivo de civiles hacia el sur. La ONU estima que desde finales de agosto más de 388.000 personas han sido desplazadas de esta zona.
La ofensiva israelí se produce en un contexto de crisis humanitaria creciente. El Ministerio de Salud de Gaza, cuyas cifras son consideradas fiables por la ONU, asegura que la campaña militar ya ha dejado más de 65.500 muertos, la mayoría civiles. Testimonios de desplazados recabados por AFP reflejan la desesperación de la población: “Ya no hay ningún lugar seguro”, relató Rahma Abu Juwanah, quien perdió a su hermana en un ataque contra el campo de refugiados de Al Shati.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en que su objetivo es “terminar el trabajo lo más rápido posible”. Como parte de su estrategia comunicacional, ordenó instalar altavoces en la frontera para retransmitir su discurso ante la Asamblea General de la ONU hacia la Franja, con el fin de que sus mensajes también sean escuchados por los palestinos.
La guerra se prolonga desde el 7 de octubre de 2023, cuando comandos de Hamás ingresaron a territorio israelí y mataron a 1.219 personas, en su mayoría civiles. Desde entonces, las operaciones de represalia han dejado un saldo devastador en Gaza y mantienen a su población en una situación de desplazamiento constante. Organismos internacionales han reiterado que el acceso a información independiente en el terreno es limitado debido a las restricciones a la prensa y los continuos combates.