Bukele impone cerco militar en Nueva Concepción donde asesinaron a un policía

AFP

Los uniformados realizan la “búsqueda de los responsables del homicidio y toda la estructura de pandilleros y colaboradores que aún se esconden en ese lugar”, afirmó Bukele.

Los pandilleros “pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe”, el agente Maximino Antonio Vásquez, agregó.

José Chacón, un habitante de Nueva Concepción, se mostró de acuerdo con la presencia militar, al señalar a periodistas que “el que nada debe porqué puede temer”.

La cruzada contra las pandillas cuenta con el apoyo de nueve de cada diez salvadoreños, según encuestas, pero organizaciones de derechos humanos y la Iglesia Católica han criticado los métodos de Bukele.

El crimen del policía “es condenable”, pero los cercos militares “llevan zozobra y temor” a la población inocente en esa zona de Chalatenango que sufrió la crudeza de la guerra civil (1980-1992), declaró a la AFP el coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro.

Estado de excepción

La Policía Nacional Civil (PNC) informó que el agente Vásquez murió al ser “atacado” por pandilleros “mientras patrullaba con otros policías” en Nueva Concepción.

Es el cuarto policía salvadoreño asesinado desde que Bukele lanzó su “guerra” en marzo de 2022 y el primero este año, mientras en el país rige un estado de excepción que faculta los arrestos sin orden judicial.

Horas después del crimen, la Asamblea Legislativa prorrogó el régimen de excepción en vigor, que permite los arrestos sin orden judicial, principal herramienta de la “guerra” contra las pandillas de Bukele.

Con esta prórroga, el estado de excepción estará vigente hasta el 15 de junio.

El régimen de excepción fue declarado originalmente por el parlamento, a pedido de Bukele, en respuesta a una escalada homicida que cobró la vida de 87 personas, del 25 al 27 de marzo de 2022.

Desde entonces han sido detenidos 68 720 presuntos pandilleros, aunque unos 5000 han sido liberados por no estar vinculados a estas bandas, según el gobierno.

Los cercos militares en torno a municipios han sido un arma recurrente de Bukele en la “guerra” contra las pandillas.

Éstos comenzaron el pasado 3 de diciembre en el municipio capitalino de Soyapango y luego se extendió a otras zonas. En algunos casos, los militares permanecieron durante semanas en el lugar y detuvieron a miles de sospechosos.

“Vamos a arrasar”

Para recluir a los pandilleros Bukele inauguró a inicios de febrero una “megacárcel” con capacidad para 40 mil presos, considerada la más grande de América Latina.

Las pandillas fueron tomando el control territorial en el país tras el fin de la guerra civil y el gobierno les atribuye 120 mil muertes, muchas más que el conflicto armado (75 mil).

Al informar sobre el homicidio del policía el martes, Bukele prometió “arrasar” con las pandillas, que en los territorios que controlaban sometían a los salvadoreños a sus caprichos y cobraban extorsiones a comerciantes y transportistas.

“Que sepan todas las ONGs de ‘derechos humanos’, que vamos a arrasar con estos malditos asesinos y sus colaboradores, los meteremos en prisión y no saldrán jamás”, enfatizó Bukele.

Tras el crimen del policía fue detenido un presunto pandillero en el lugar.