AFP
Al menos ocho personas murieron y 21 se encuentran desaparecidas por las intensas lluvias registradas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, según un nuevo balance de las autoridades este miércoles.
Las precipitaciones obligaron a desalojar a unas 1.400 personas en más de cien municipios del estado. La mayoría fueron trasladadas a refugios, señaló Defensa Civil en su informe de las 09H00 locales (12H00 GMT).
El organismo reportó también 11 heridos y 19.110 afectados.
“Seguimos trabajando intensamente para localizar los desaparecidos y garantizar la seguridad de las comunidades en áreas de riesgo”, dijo el miércoles gobernador del estado, Eduardo Leite, en la plataforma X.
“Lamentablemente, todavía hay previsión de más lluvias”.
Las persistentes precipitaciones han dejado localidades aisladas por la caída puentes y el hundimiento de carreteras.
Las autoridades lanzaron un pedido a la ciudadanía de abstenerse de circular por al menos 20 sectores de carreteras del estado por bloqueos o riesgo de derrumbe.
Defensa Civil concentra desde el martes sus esfuerzos en el rescate de familias atrapadas en sus viviendas, en muchos casos en los techos.
Leite solicitó al gobierno federal ayuda con aeronaves para el rescate de estos afectados y dijo que están movilizando equipos de respuesta rápida para actuar en situaciones “que presentan riesgo de vida”.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dispuso el envío de ayuda y atribuyó la situación de desastre al “cambio climático que afecta el planeta”.
Las fuerzas armadas dispusieron aeronaves capaces de realizar vuelos nocturnos para emprender rescates en zonas de difícil acceso.
Sin embargo, las malas condiciones meteorológicas impiden las labores en algunas localidades.
Los habitantes de la pequeña ciudad de Encantado intentaban transitar a pie o en motos por las carreteras fracturadas y semicubiertas por ríos de lodo, según imágenes de AFPTV.
En todo el estado, unas 130.000 personas están sin agua potable y los servicios de teléfono e internet están interrumpidos en al menos 60 municipios.
El gobierno de Rio Grande do Sul advirtió el martes que las lluvias continuarían en las próximas horas, con previsiones de alcanzar hasta 300 milímetros en algunas áreas.
Además, dijo que los ríos están en niveles “por encima de los límites de alerta”.
A finales de marzo, fuertes lluvias en el sureste de Brasil dejaron al menos 25 muertos en los estados de Río de Janeiro y Espirito Santo.