Por: Saraí Escobar
Diversos analistas políticos coincidieron en que el proceso de reforma educativa en El Salvador debe ser integral, con mejoras tanto en infraestructura como en contenidos curriculares. Aldo Álvarez señaló que la infraestructura “no debe ser solo bonita, sino también tener una orientación”, y destacó que la reforma curricular busca fortalecer el propósito central de la transformación educativa.
#Diálogo21 | "La infraestructura es fundamental, es el lugar donde llegan los que se están formando, y no tiene que ser sólo bonita, sino también tener una orientación. Por eso, paralelamente, se trabaja la reforma curricular para poner en luz el gran propósito de la reforma… pic.twitter.com/qMxIdev4aQ
— Diálogo – GMV (@dialogo21) November 7, 2025
Por su parte, Manuel Zometa consideró que la reforma debe avanzar en la actualización de la currícula, pero advirtió sobre el riesgo de que se establezca un modelo con enfoque militar. “No se puede llevar la educación a punta de memorándum; hay que establecer un plan y una política educativa efectiva”, afirmó.
#Diálogo21 | "No se puede llevar la educación de este país a punta de memorandum, hay que establecer un plan y una política educativa efectiva", afirmó el analista político, Manuel Zometa. pic.twitter.com/wAXBnhnp4s
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La analista Bessy Ríos subrayó que la educación debe enfocarse en la formación de ciudadanos críticos y con comprensión lectora, más allá del aprendizaje memorístico. Además, advirtió que el Estado no puede continuar justificando la suspensión de garantías constitucionales bajo el argumento de la seguridad pública, ya que ello afecta el debido proceso.
#Diálogo21 | La analista política, Bessy Ríos, señaló que el Estado no puede seguir justificando la falta de garantías constitucionales ni del debido proceso bajo el argumento de brindar seguridad. pic.twitter.com/5C3rtLvNJC
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En el ámbito político, los analistas también abordaron el papel de los partidos tradicionales. Coincidieron en que ARENA y el FMLN enfrentan una pérdida de representatividad. Álvarez y Ríos recordaron que ambos partidos tienen representación en el Tribunal Supremo Electoral y que, de no lograr diputados o apoyo popular, podrían enfrentar una eventual cancelación, conforme a lo establecido en la Ley de Partidos Políticos.