Prueba AVANZO mide habilidades cognitivas, actitudinales y socioemocionales

El secretario general de SIMEDUCO, Francisco Zelada, y la analista educativa Mélida Villatoro coincidieron en que la prueba AVANZO debe utilizarse como una herramienta para fortalecer la calidad educativa, más que como un simple requisito de graduación. Ambos destacaron que los resultados del examen deben orientar políticas que reduzcan las brechas entre el sector público y privado.

Zelada recordó que desde 1997, cuando se implementó la PAES, los resultados se mantuvieron en una media de cinco puntos, reflejando la falta de transformaciones en el sistema. Explicó que la prueba AVANZO representa un paso adelante al medir habilidades cognitivas, actitudinales y socioemocionales, pero advirtió que sin una inversión sólida en educación, el país seguirá quedando rezagado en evaluaciones internacionales.

Por su parte, Villatoro resaltó que esta evaluación permite conocer el nivel de preparación de los jóvenes para enfrentar los retos de la vida y no solo su conocimiento académico. Agregó que contar con una infraestructura escolar digna influye positivamente en el comportamiento y aprendizaje de los estudiantes, aunque persisten limitaciones como la falta de tecnología en las aulas.

Ambos especialistas coincidieron en que los resultados de la prueba deben servir para impulsar una política educativa de largo plazo, con continuidad más allá de los cambios de gobierno, que garantice una formación integral, equitativa y de calidad para los jóvenes salvadoreños.