El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pasará la noche ingresado en un hospital de Brasilia después de sufrir una crisis de salud la tarde de este martes. La información fue confirmada por su familia, pocos días después de que fuera condenado a 27 años de prisión por un intento de golpe de Estado en 2022.
Según su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, el exmandatario de 70 años “está estable, pero no tiene buena cara”. El legislador explicó que su padre experimentó un episodio severo de sus recurrentes crisis de hipo, el cual lo dejó cerca de diez segundos sin respirar, provocándole vómito y una baja de presión arterial.
La esposa del exmandatario, Michelle Bolsonaro, informó que el líder ultraderechista recibió medicación intravenosa tras someterse a varios exámenes. Mientras tanto, un equipo médico se trasladará desde São Paulo hacia la capital brasileña para reforzar la atención hospitalaria.
Bolsonaro, quien gobernó entre 2019 y 2022, ha presentado diversos problemas de salud en los últimos años, algunos de ellos derivados del ataque con cuchillo que sufrió durante la campaña presidencial de 2018. El pasado domingo ya había ingresado al hospital para una cirugía menor en la piel, donde además se le diagnosticó anemia.
El exmandatario permanece bajo prisión domiciliaria preventiva mientras se resuelven las apelaciones a su condena por golpismo. En paralelo, sus aliados en el Congreso presionan por una amnistía que lo beneficie a él y a otros simpatizantes condenados, una posibilidad que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha calificado como un “riesgo” y que asegura enfrentará políticamente.