AFP
En Burkina Faso, Malí y Níger, países dirigidos por juntas militares y minados por la violencia de grupos yihadistas, 7,5 millones de personas viven una “inseguridad alimentaria severa”, alertó el lunes la oenegé estadounidense de defensa de los derechos humanos International Rescue Commitee (IRC).
“El alcance de la inseguridad alimentaria severa y la relacionada malnutrición continúa intensificándose en la región. Solo en el Sahel central [Burkina Faso, Malí y Níger], se ven afectadas 7,5 millones de personas, un aumento con respecto a las 5,4 millones el año pasado”, escribe el IRC en un comunicado.
Alrededor de 70 millones de personas viven en estos tres países, donde el fenómeno podría agravarse, al igual que en Camerún, Chad y Nigeria, entre los periodos de cosecha, de junio a agosto.
“En África Occidental y Central, la inseguridad alimentaria empeoró progresivamente estos últimos cinco años”, analiza el vicepresidente regional del IRC para África Occidental, Modou Diaw, citado en el comunicado.
“Los impactos del clima han intensificado” este fenómeno así como “la malnutrición y la inseguridad”, y “empujado a los jóvenes, hombres y mujeres, a migrar al interior y al exterior de la región”, continúa.
Burkina Faso, Malí y Níger figuran en la lista establecida por la ONU de los 46 países menos avanzados.
Cada uno de ellos están dirigidos por militares llegados al poder mediante un golpe de Estado y sufren la violencia de grupos yihadistas.
Tras haber obtenido la salida del ejército francés de sus territorios, los tres países se reagruparon en la Alianza de los Estados del Sahel (AES) y encontraron nuevos socios, incluido Rusia.
El sábado, instructores rusos entregaron en Níger productos de primera necesidad.