Porfirio Mercado
La situación que enfrentan comunidades enteras del país debido a los ríos que se están secando por diversos factores, es considerada una señal de alarma por los ambientalistas, quienes demandan acciones urgentes por parte del Estado antes de que sea demasiado tarde.
“El agua es la esencia de la vida, sin agua no hay vida”, dijo el experto en urbanismo, Andrés Espinoza.
La disminución del caudal de los ríos y otros afluentes, como en el caso del Río Santa Lucía de Tamanique, debe ser atendida con urgencia, ya que según sostienen los expertos, se trata de una amenaza para nuestra existencia misma.
Sin embargo, lo que está sucediendo con el Río Santa Lucía de Tamanique es solo un ejemplo de la realidad que se experimenta a nivel nacional, afirman los especialistas. Proponen medidas urgentes para revertir la crisis hídrica que, aseguran, está afectando a El Salvador.
“Hay que atender las causas de la problemática y la causa de los problemas es la deforestación que tenemos en el país. Actualmente se dan muchos permisos en zonas que son altamente vulnerables pero además en algunas que tienen fuentes de agua muy importante como es el caso de la Cordillera del Bálsamo”, expresó Silvia Quiroa, directora de CESTA.
El problema adquiere otra dimensión cuando el coordinador del Programa de Soberanía Alimentaria, Walter Gómez, advierte que la disminución de los mantos acuíferos también tendrá graves consecuencias en la alimentación de la población.
Para Gómez, existe una estrecha relación del agua y la soberanía alimentaria y considera que el recurso hídrico del país debe ser mejoor aministrado para que las fuentes de agua no sigan disminuyendo.
Por estos motivos los expertos consideran urgente que las instituciones del Estado actúen con determinación para revertir la crisis, y se tomen medidas como la reforestación de los lugares donde se han talado árboles.