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La cantante Mariah Carey no ha dudado en calificar de “extremadamente incómoda” la forma en que se sintió durante una entrevista que le concedió a la también cómica Ellen DeGeneres en el año 2008.
En ese momento la estrella de la música se encontraba embarazada de sus mellizos Moroccan y Monroe, fruto de su extinto matrimonio con el rapero Nick Cannon. Consciente de ello, Ellen le ofreció en pleno directo una copa de champán para que, evitando tomar un sorbo, la intérprete confirmara así unos rumores que, todo sea dicho, ya se daban por hechos.
La estrella del pop ha explicado ahora que la cómica nunca tuvo en consideración su deseo de mantener oculta la noticia tanto tiempo como fuera posible, especialmente porque Mariah no estaba preparada para dar a conocer algo tan importante tras haber sufrido un aborto espontáneo durante un embarazo anterior.
“Me sentí extremadamente incómoda en ese momento, eso es todo lo que puedo decir al respecto. Y la verdad es que lo pasé bastante mal después de esa conversación. No estaba preparada para contar nada a nadie porque poco antes había sufrido un aborto. No quiero atacar ni acusar a nadie de nada, pero no voy a mentir y decir precisamente que disfruté de ese momento”, ha manifestado en conversación con la revista Vulture para, a continuación, reconocer que le gusta sentir mayores niveles de “empatía” por la presentadora en esta etapa convulsa.