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A pocas semanas de dar a luz, Katy Perry aún se mantiene muy activa para lidiar con el estrés. En lo que llega la esperada fecha, la cantante de 35 años de edad, se dedica a promocionar su últimos sencillos: Daises, Never Worn White y Smile.
Desde luego, eso tampoco ha sido una tarea fácil. En una entrevista paraThe Howard Stern Show, Katy habló sobre el sufrimiento que pasó al crear su último álbum musical.
“Este disco está lleno de esperanza, resistencia y alegría… fue hecho durante un tiempo oscuro, cuando estaba clínicamente deprimida porque tuve un cambio en mi carrera (…) El último disco no necesariamente cumplió con mis expectativas”
Perry no tiene miedo de contar la verdad sobre su historia, muchas estrellas no lo hacen, pero ella sabe que su experiencia puede ayudar a alguien más.
La intérprete de “California Girls”, ya había experimentado episodios de depresión en años anteriores. No obstante, esta vez fue más severa.
Katy salió adelante gracias a la música y al apoyo de su prometido (Orlando Bloom). Sin embargo, resaltó que se sentía “un poco avergonzada” por tomar antidepresivos, ello debido a que su disco “Firework” comunicaba un mensaje de positividad y alegría.
A pesar de lo anterior, Perry recomienda siempre buscar ayuda profesional. La medicación la ayudó a recuperarse después de semanas de no salir de su cama.
“Fue una de esas cosas en las que “se me torció” el cerebro. Sentí que necesitaba muletas para mi cerebro… y las necesitaba. Las usé (las medicinas) para ponerme de pie (…) Antes estaba desesperada y sedienta de “ser la número uno” todo el tiempo, pero ahora siento que puedo crear y ser más humana”
Esa etapa de Katy ahora quedó atrás, con la ayuda profesional debida, la cantante seguirá su camino y pronto debutará como una excelente mamá.