El parlamento francés adopta una ley para proteger los ruidos y olores del campo

AFP

El cacareo del gallo, el tañido de las campanas y el olor de los establos serán protegidos en Francia. El Parlamento francés adoptó este jueves una ley para proteger los sonidos y olores del campo, el llamado “patrimonio sensorial”. 

El objetivo es evitar litigios por los ruidos o olores propios del campo, como el que enfrentó a dos vecinos en una batalla legal por el canto matutino de un gallo en Oléron, una isla en la costa atlántica de Francia.

Después de la Asamblea Nacional -la cámara baja del Parlamento francés- el Senado también aprobó el proyecto de ley este jueves. 

El Secretario de Estado encargado del mundo rural, Joël Giraud, dijo que se trata de “una buena propuesta de ley de defensa de la ruralidad”. “La vida en el campo supone aceptar algunas molestias”, apuntó.

La ley también declara característicos del medio rural el tañido de las campanas de la iglesia, el canto de los grillos o el olor de los establos de caballos. 

En Francia recientemente se han presentado toda una serie de demandas contra supuestas molestias en el campo. La que más cobertura mediática recibió fue la demanda de una pareja de jubilados contra un gallo llamado Mauricio que los despertaba a primera hora de la mañana con su cacareo.

La iniciativa de proteger el “patrimonio” rural se remonta al alcalde de Gajac, un pueblo de 400 habitantes del suroeste de Francia, Bruno Dionis du Séjour. 

El agricultor jubilado había escrito una carta abierta contra los recién llegados de “origen mayoritariamente urbano” que se trasladan al campo “y descubren que los huevos no crecen en los árboles”. 

El líder local recibió un apoyo masivo, entre otros, del Parlamento.