“Ya no se habla de Elon Musk, ahora se habla de deportaciones”, señaló César Ríos, experto en migración.

Por: Saraí Escobar

Las recientes redadas migratorias ejecutadas en distintas ciudades de Estados Unidos han encendido alarmas dentro y fuera del país. Expertos en migración coinciden en que no se trata solo de una medida de control fronterizo, sino de una acción con fines políticos. “¿Por qué se eligió a California? Para generar temor, reforzar el conflicto político y desviar la atención mediática”, afirmó César Ríos.

De acuerdo con Ríos, el gobierno estadounidense parece estar apostando por el miedo como estrategia, ya que una deportación cuesta hasta $20,000, mientras que una autodeportación apenas $3,000. Así, provocar incertidumbre entre los migrantes puede resultar más rentable que aplicar procesos formales.

Además, el gobierno federal desplegó 2,000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines en territorio estadounidense, una acción que no había ocurrido desde 1965 sin autorización del Congreso. El uso de marines no está permitido salvo en casos de insurrección, según el experto en migración Gilberto Hernández, lo cual ha generado críticas sobre la legalidad de la medida.

Finalmente, es clave diferenciar entre protesta e insurrección. “No hay nada que se aproxime a eso”, afirmó Ríos al referirse a las recientes manifestaciones. Son expresiones de exigencia de derechos, no actos de sedición, y tratarlas como tal distorsiona el problema y pone en riesgo los principios democráticos.