AFP
Los peores combates se han dado en Jartum y la región de Darfur, donde el exdictador Omar al Bashir desplegó en el pasado a la milicia Janjaweed, de la cual surgieron las FAR.
En su campaña de tierra arrasada desde 2003, los paramilitares cometieron genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo violaciones, según la Corte Penal Internacional.
Nuevamente se están denunciando “violaciones masivas” en Darfur, afirmó Adjaratou Ndiaye, representante de ONU Mujeres en Sudán.
En un caso, 12 mujeres fueron detenidas por hombres armados a fines de abril y obligadas a unirse al saqueo de un almacén, contó Amna, una defensora local de derechos humanos.
Los casos documentados podrían ser “la punta del iceberg”, indicó una investigadora de Acción Sudanesa de Derechos de Mujeres (SUWRA).
Según médicos, muchas víctimas no reciben atención porque los hospitales han sido saqueados o destruidos.
En un ataque de mayo, reportado por unos grupos civiles y corroborados por múltiples fuentes, combatientes de la FAR violaron a una niña de 15 años en una calle del norte de Jartum.
En otro caso, una mujer en el este de la capital “estaba en casa con sus hijos cuando escuchó en el piso de abajo a los vecinos gritar”, contó la investigadora de SUWRA.
Tres mujeres fueron violadas en grupo antes de que los combatientes subieran las escaleras hacia su piso, narró la sobreviviente a SUWRA.
“Cuatro hombres armados derribaron la puerta y uno de ellos se encerró con ella en una habitación”, explicó esta investigadora.