La diabetes y la pobreza se apoderaron de la vista a doña Marina. Sus cincos hijos aún están pequeños y el alimento es escaso. No tiene una vivienda digna pero sueña con poder darle una mejor vida a sus polluelos ante un ruego de ayuda.
La diabetes y la pobreza se apoderaron de la vista a doña Marina. Sus cincos hijos aún están pequeños y el alimento es escaso. No tiene una vivienda digna pero sueña con poder darle una mejor vida a sus polluelos ante un ruego de ayuda.