AFP
Las autoridades cubanas informaron el lunes que la muerte de seis de los diez recién nacidos fallecidos en enero, en un hospital de La Habana, se debió a un brote infeccioso por una bacteria y malas prácticas “higiénico-sanitarias”.
Seis de los diez bebés “tenían signos de sepsis con hemocultivos positivos a germen Gram-negativo”, dijo en un comunicado el ministerio de Salud.
La dependencia agregó que los otros cuatro recién nacidos murieron por otras causas relacionadas con “su delicado estado de salud”.
El 16 de enero dio a conocer que desde día 11 habían fallecido ocho bebés prematuros y de bajo peso, cuatro de ellos “con signos presuntivos de pepsis”.
Este lunes precisó que días después se registró el deceso de otros dos.
Desde los primeros reportes, las autoridades anunciaros una investigación a través de una comisión para conocer la causa de los fallecimientos.
El resultado de la investigación arrojó que “el brote estuvo vinculado a violaciones de medidas higiénico-sanitarias” y a la falta de recursos necesarios en este centro de salud.
Cinco de los principales directivos del centro de salud fueron separados del hospital, seis removidos de sus cargos, otros dos fueron asignados a otro puesto y nueve recibieron amonestaciones, dijo el ministerio de Salud.
Tras tomar las medidas necesarias, el 25 de enero se dio por concluido el brote infeccioso, puntualizó el comunicado.
La isla registró en 2022 una tasa de mortalidad infantil de 7,5 por cada mil menores de un año de nacidos, cifra distante del 4,9 que reportó en 2020.
La crisis económica de Cuba, la peor en tres décadas debido a la pandemia y al recrudecimiento del embargo de Estados Unidos, ha golpeado el sistema de salud de la isla.
Con un esquema de hospitales y clínicas públicos en su totalidad, el país enfrenta dificultades para abastecerse de medicinas y equipo médico.