Hamilton Barcenas
En un esfuerzo continuo por salvaguardar uno de los tesoros naturales más preciados de El Salvador, el equipo de científicos del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador (LABTOX-UES) ha lanzado su tercera campaña de monitoreo en el majestuoso Lago de Coatepeque.
A lo largo de las cristalinas aguas de este lago, considerado un santuario natural por muchos, el equipo de LABTOX-UES ha desplegado sus habilidades expertas para recolectar muestras de agua y sedimentos. Estas muestras son sometidas a un riguroso análisis para detectar la presencia de cianobacterias tóxicas, las cuales representan un riesgo latente para la biodiversidad acuática y, lo que es aún más preocupante, para los turistas que frecuentan la zona.
Oscar Amaya, director de LABTOX-UES, enfatizó la importancia de este monitoreo continuo: “Estamos comprometidos con la vigilancia constante de la proliferación de cianobacterias en el Lago de Coatepeque. Cada muestra de agua y sedimentos nos brinda una ventana hacia la evolución temporal y espacial de este fenómeno”.
El segundo informe presentado por LABTOX-UES reveló un aumento preocupante en la concentración de cianobacterias, cuatro veces superior a las reportadas anteriormente. Estos hallazgos ponen de manifiesto la urgencia de la labor que lleva a cabo el equipo científico.
Este esfuerzo colaborativo no sería posible sin la estrecha cooperación con la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA). Desde la firma de una carta de entendimiento en diciembre de 2023, ambas instituciones han unido fuerzas para fortalecer las capacidades de LABTOX-UES y proporcionar a la ASA la información crucial necesaria para la toma de decisiones en la gestión del agua y la respuesta a emergencias ambientales.
Los resultados de esta tercera campaña de monitoreo, que se espera sean presentados en los próximos días, arrojarán luz sobre la evolución de esta problemática y guiarán los esfuerzos futuros para la conservación de la belleza natural del Lago de Coatepeque.