Marcelino Díaz
Un jurado de Manhattan ha declarado a Donald Trump culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, convirtiéndolo en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser condenado por un delito grave. Este veredicto marca también un hito al hacer de Trump el primer candidato presidencial de un partido importante en ser condenado por un delito en medio de una campaña para la Casa Blanca.
Los cargos surgieron de una serie de transacciones financieras que involucran 11 facturas, 12 vales y 11 cheques, los cuales fueron utilizados para reembolsar al reconocido abogado estadounidense Michael Cohen. Cohen había adelantado un pago de $130,000 a la actriz para adultos Stormy Daniels, en un esfuerzo por mantener en secreto una presunta relación entre Daniels y Trump.
A pesar de la gravedad de la condena, desde el punto de vista jurídico, esta no impide que Trump pueda ser elegido nuevamente presidente. Será tarea de los votantes en noviembre decidir el significado y las implicaciones de este veredicto de culpabilidad, pronunciado por 12 neoyorquinos comunes y corrientes.
La condena de Trump ha desatado una ola de reacciones a nivel nacional, con partidarios y detractores del expresidente expresando opiniones polarizadas. Sus seguidores han manifestado su respaldo inquebrantable, calificando el juicio como una “caza de brujas” política, mientras que sus críticos ven la condena como una reafirmación del estado de derecho y la responsabilidad legal.