El presidente Donald Trump anunció el martes que Estados Unidos comenzará a vender un nuevo tipo de permiso de residencia, al que llamó “tarjeta dorada”, con un precio de 5 millones de dólares.
Durante una conferencia en la Oficina Oval, Trump explicó que esta tarjeta funcionaría de manera similar a la tradicional green card, pero con un nivel de “sofisticación más elevado”.
La “tarjeta dorada” otorgará a sus titulares no solo el derecho a vivir y trabajar en Estados Unidos, sino también un camino hacia la ciudadanía a largo plazo. Según el presidente, la venta comenzará dentro de dos semanas.
Trump destacó que la iniciativa atraerá a individuos adinerados que, al obtener la tarjeta, contribuirán al país al generar empleo, pagar impuestos y realizar inversiones.
“Los ricos llegarán, tendrán éxito, gastarán mucho dinero, pagarán muchos impuestos y emplearán a mucha gente”, comentó el mandatario, subrayando la importancia de este tipo de inmigración para el crecimiento económico.
En este contexto, también mencionó que empresas tecnológicas, como Apple, podrán adquirir estas tarjetas para traer empleados altamente capacitados.
A pesar de las posibles implicaciones políticas, Trump no descartó que oligarcas rusos, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos a raíz de la invasión rusa a Ucrania, puedan optar a la “tarjeta dorada”.
“Conozco a algunos oligarcas rusos que son muy buenas personas”, dijo Trump, sugiriendo que podrían participar en el programa. Esta declaración ha generado preocupación sobre la transparencia y los posibles riesgos de otorgar permisos de residencia a individuos de alto perfil, especialmente aquellos con vínculos políticos y económicos internacionales.
La propuesta de Trump busca reemplazar el programa EB-5, que permitía a los inversionistas extranjeros obtener una green card a cambio de inversiones significativas en proyectos estadounidenses.
Sin embargo, el programa ha sido objeto de críticas debido a casos de fraude y su percepción como una vía de acceso a la residencia a un costo relativamente bajo.
En este sentido, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, anunció que la “tarjeta dorada” reemplazará el EB-5, y aseguró que se evitarán los problemas que surgieron con el programa anterior. “Vamos a reemplazarlo con la ‘tarjeta dorada de Trump’”, afirmó.
Además de atraer a inversionistas, Trump sugirió que la nueva tarjeta podría ser utilizada para traer talento de alto nivel en áreas como la tecnología, lo que beneficiaría a empresas como Apple, que podrían comprar estas tarjetas para sus empleados.
El presidente estimó que Estados Unidos podría vender “quizás un millón de estas tarjetas, quizás más”, lo que representaría un mercado significativo. Con esta propuesta, Trump no solo busca redefinir el proceso migratorio basado en la inversión, sino también reforzar su agenda de restringir la inmigración ilegal, al mismo tiempo que genera ingresos para el país.
