AFP
PIP, fue condenado este jueves en Toulon, en el sur de Francia, a indemnizar a,7,000 nuevas demandantes, algunas de Colombia y Argentina, informó la asociación de víctimas Pipa.
El tribunal comercial de Toulon otorgó a estas nuevas demandantes 2,500 euros por los daños, lo que implica una carga total de 17.5 millones de euros para la empresa.
La cantidad individual es menor a los 5,000 euros que obtuvieron hace un año otro grupo de víctimas, pero está en sintonía con los 3,000 euros por daños que recibieron las primeras perjudicadas en denunciar.
El abogado de las víctimas de Pipa, Olivier Aumaître, dijo que esta nueva decisión “condenatoria“ para TUV prueba que las nuevas demandas siguen siendo admisibles, ya que los expertos reconocieron la existencia de perjuicios como la ansiedad permanente.
Christelle Coslin, la representante de TUV, afirmó que le parece una “lástima que se pronuncie una jurisdicción en primera instancia cuando sólo faltan unas semanas para que se pronuncie el Tribunal de Casación sobre varias sentencias contradictorias“.
La certificadora, que emplea a 20,000 personas y tiene un volumen de negocios de cerca de 2,000 millones de euros, apelará a la decisión.
Por su parte Pipa estima que al final de la batalla legal la empresa alemana podría llegar a pagar cientos de millones de euros, ya que hay registradas cerca de 35,000 víctimas.
El fallecimiento en 2019 de Jean-Claude Mas, fundador de PIP, puso fin a los procedimientos contra la compañía francesa, pero los procesos contra el certificador alemán, que no señaló los fallos, continúan.
El escándalo estalló en 2010 cuando el regulador francés detectó una tasa anormal de ruptura de estas prótesis, que estaban hechas con un gel de silicona no homologado para uso médico.