Solicitudes de asilo progresan un 31% en Francia en 2022

AFP

Las solicitudes de asilo en Francia progresaron un 31,3% en 2022 respecto a 2021 con más de 137,000 primeras demandas, no muy lejos de su récord de 138,420 en 2019, anunció este jueves el ministerio del Interior.

Como en 2021, los afganos fueron quienes presentaron más demandas (22,570), seguidos en 2022 de los migrantes de Bangladés (10,554), Turquía (9,979, el doble que un año antes), Georgia (8,891) y República Democrática del Congo (6,734).

Los datos anuales sobre migración en la segunda economía de la Unión Europea (UE) llegan días antes de que el gobierno apruebe su reforma migratoria, que prevé acelerar la expulsión de migrantes irregulares y regularizar aquellos que trabajan en sectores con falta de mano de obra.

“Las expulsiones de extranjeros en situación irregular aumentaron más del 15%”, a 15,396, tuiteó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, destacando que se expulsó a “3,615 extranjeros delincuentes”, “dos veces más” que en 2021.

El gobierno del presidente centrista Emmanuel Macron está bajo presión de la oposición de la ultraderecha de Marine Le Pen y la derecha, que lo acusan constantemente de “laxismo” migratorio.

El vínculo entre inmigración y seguridad forma parte desde hace años de la agenda política en Francia y resurge con cada suceso que implica a algún migrante, como el asesinato de la niña Lola.

Las regularizaciones aumentaron por su parte un 8%, con 34,029 “admisiones excepcionales de estancia” en 2022, un alza impulsada por los trabajadores sin papeles regularizados (+29,1%), según las cifras del ministerio.

Restaurantes, hoteles, agricultura, construcción, empleados del hogar… Los inmigrantes ocupan puestos en sectores clave y con problemas de contratación de personal, agudizados durante la crisis del coronavirus.

El gobierno debe aprobar su reforma migratoria el 1 de febrero que, a continuación, enviará al Parlamento para su adopción. La oposición de derecha, su principal apoyo parlamentario a falta de mayoría absoluta, ya advirtió de su rechazo a la “regularización masiva” de trabajadores.