AFP
La estrategia del presidente chileno Sebastián Piñera para frenar un segundo retiro de fondos de pensiones, que busca hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia, generó nuevas protestas sociales, cuando la aprobación del proyecto en el Congreso es inminente.
El Senado debe sancionar el miércoles un proyecto de ley presentado por la oposición para permitir un segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones, en iguales condiciones del que fue aprobado en julio pasado, de carácter universal y sin el pago de impuestos.
Aprobado ya en la Cámara de Diputados, la oposición tiene mayoría en la Cámara Alta, y aunque para alcanzar el quorum necesario necesita los votos de senadores oficialistas, éstos ya aprobaron el primer proyecto.
En paralelo, pero en las primeras etapas parlamentarias, avanza también otra iniciativa presentada por el gobierno del presidente Sebastián Piñera, que impone una serie de requisitos para acceder a los fondos.
La medida del Ejecutivo busca establecer impuestos para quienes tengan rentas más altas y la obligatoriedad de restituir el dinero, en una estrategia que busca frenar la casi segura aprobación del proyecto impulsado por la oposición .
Adicionalmente, el gobierno anunció el domingo que llevará el proyecto opositor a revisión del Tribunal Constitucional (TC), alegando que la reforma a la Constitución que implica el texto excede las atribuciones del Congreso.
Aun si no es rechazado, su análisis por el alto tribunal retrasará la tramitación del retiro de pensiones, una iniciativa que es muy popular y que sus impulsores prometieron estaría lista antes de la Navidad.
“No es la primera vez que el presidente Piñera enfrenta y tensiona las relaciones con el Parlamento. No tiene ninguna sintonía con el drama cotidiano de millones de chilenos que no tienen cómo sobrevivir”, dijo este martes la presidenta del Senado, la opositora Adriana Muñoz.
“Tenemos que hacer las cosas bien, tenemos que hacer las cosas respetando la Constitución y el Estado de Derecho”, respondió por su parte el mandatario, al ser consultado por la prensa por la decisión de acudir al TC.
Según Piñera, el proyecto presentado por su gobierno permite acceder a los fondos de pensiones a quienes realmente los necesitan y no entrega “beneficios tributarios injustificados a los sectores de más altos ingresos”, junto con “proteger las pensiones de los actuales y futuros pensionados chilenos”.
– Nuevas protestas –
El nuevo impase ocurre un mes después de que los chilenos decidieron -por aplastante mayoría de 78%- en un plebiscito cambiar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La iniciativa fue planteada para desactivar la crisis política y social que se abrió tras las masivas protestas que estallaron en Chile el 18 de octubre de 2019, pero ahora la estrategia del gobierno para frenar el nuevo retiro de fondos abrió un flanco de manifestaciones.
Si bien no han sido masivas, las protestas se han concentrado en las cercanías del palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago, donde centenares de personas se han enfrentado violentamente con la Policía, que reprime las movilizaciones con carros blindados que lanzan agua con químicos y gases lacrimógenos.
“Efectivamente, desde la semana pasada, hay un cambio de estrategia”, señaló el ministro del Interior y Seguridad, Rodrigo Delgado, sobre la intención ahora de los manifestantes de alejarse de la Plaza Italia, epicentro de las protestas desde octubre de 2019, para avanzar hacia la casa de gobierno, pidiendo la renuncia de Piñera.
La gran mayoría de la población aprueba el segundo retiro, según diversos sondeos. El primero, fue solicitado por unos 10 millones de trabajadores (un 84% de quienes podían hacerlo), quienes sacaron de las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) unos 18.000 millones de dólares.
De acuerdo a los parlamentarios que presentaron el proyecto para un segundo retiro, la iniciativa se hizo necesaria al agotarse las ayudas estatales planteadas por el gobierno para que las familias más pobres puedan hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus, que en Chile ha contagiado a más de 530.000 personas y provocado la muerte de más de 15.000.
El gobierno se opone a la medida, debido a las consecuencias futuras sobre las ya bajas pensiones de los trabajadores chilenos. Según sus cálculos, con este nuevo retiro cerca de 4,2 millones de afiliados a las AFP -un tercio del total- quedarían con sus cuentas de ahorro previsional en cero.