AFP
El gobierno británico anunció este jueves un plan de urgencia para aliviar el servicio sanitario público gratuito (NHS), en dificultades como consecuencia de la pandemia y años de austeridad.
El NHS, una institución muy querida por los británicos desde su creación en 1948, está al borde del colapso, con largas esperas para las citas médicas o las operaciones hospitalarias.
La nueva primera ministra, Liz Truss, presionada durante su campaña, convirtió esta cuestión una de las tres prioridades de su gobierno, junto con el apoyo al crecimiento económico y la lucha contra la crisis energética.
Denominado “Nuestro plan para los pacientes”, el paquete de medidas presentado este jueves quiere facilitar el acceso a la atención médica, especialmente este invierno, con el objetivo de que los pacientes puedan obtener una cita con su médico de cabecera “en dos semanas” y ”el mismo día” para los casos más urgentes, prometió la ministra de Sanidad, Therese Coffey, en la Cámara de los Comunes.
También se creará un fondo de 500 millones de libras (unos 573 millones de euros o dólares) para desarrollar la atención domiciliaria y liberar camas en los hospitales.
Además se reforzará la contratación de personal sanitario del extranjero, complicada por el Brexit.
El NHS, que cuesta 190,000 millones de libras esterlinas al año y emplea a 1,2 millones de personas solo en Inglaterra, lleva mucho tiempo sin recibir fondos suficientes.