AFP
Más de siete millones de personas están esperando tratamiento en los hospitales de Inglaterra, una cifra récord, según cifras oficiales publicadas este jueves que ilustran la crisis a la que se enfrenta el venerado sistema sanitario público británico NHS.
Desde la pandemia, el NHS no logra reducir las largas esperas a que se enfrentan los pacientes para realizarse pruebas médicas, incluidas las relacionadas con el cáncer, así como para tratamientos rutinarios y de emergencia.
A finales de septiembre, 7,1 millones de personas estaban a la espera de ser atendidas, un nivel que no se veía desde al menos agosto de 2007, cuando se creó este indicador.
Casi una quinta parte de estos pacientes lleva más de un año esperando, aunque el número de personas que esperan más de 18 meses disminuyó casi un 60% en un año, según el NHS.
Sin embargo, los datos muestran que no hay tregua en los servicios de urgencias, con un aumento del número de personas que esperan más de 12 horas para obtener una cama.
Y esta situación podría agravarse con la llegada del invierno, que traerá consigo una afluencia de pacientes aquejados de virus estacionales, en un contexto de creciente crisis económica y social por el coste de la vida.
El sindicato de enfermeros RCN anunció el miércoles una inminente huelga nacional, por primera vez en sus 106 años de historia, para exigir aumentos salariales por encima de una inflación que supera ya el 10%.
El gobierno respondió que las exigencias de los enfermeros son financieramente irrealizables para las arcas públicas británicas.